Si te gustan los higos, sólo podrás comerlos durante unos meses. Sin embargo, puede comerlos todo el año si sabe cómo conservarlos adecuadamente.
Sólo tiene que utilizar este método de conservación para disfrutar de su fruta favorita incluso fuera de temporada.
Higos: ¿cómo conservarlos para comerlos todo el año?
Los higos son una fruta que está de paso en el mercado. Dulce y pulposa, esta fruta es muy apreciada, pero sólo puede disfrutarse durante el mes de septiembre. Después habrá que esperar al año que viene para volver a comerlos.
Sin embargo, si le gustan los higos, en este artículo encontrará buenas noticias. Si no puede saciarse de esta fruta, puede comerla incluso fuera de temporada. Basta con comprar una buena cantidad en septiembre, para poder conservarlos después.
A continuación, te damos algunos consejos para conservar esta fruta de la mejor manera posible y poder disfrutarla no sólo en septiembre, sino durante todo el año.
Conservación de los higos: algunos métodos esenciales
Los higos pueden conservarse unos días en el frigorífico. Y cuando estén demasiado maduros, es posible que note manchas azules en la fruta con un olor ligeramente desagradable a alcohol. Son señales de que la fruta ya no es comestible.
El olor a alcohol se debe al gas etileno que desprende la fruta. Se trata de una sustancia que acelera la maduración de la fruta y puede hacer que se pudra rápidamente.
Este gas también está presente en algunas frutas y verduras. Por ello, le aconsejamos que guarde los higos lejos de otras verduras. Además, como esta fruta madura en poco tiempo, es mejor conservarla a temperatura ambiente después de cosecharla o comprarla.
Si quiere disfrutar de esta fruta durante más tiempo, puede hacer mermelada o secarla. Para esto último, empiece por lavar y secar los higos.
A continuación, córtelos por la mitad verticalmente y colóquelos en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado. Asegúrese de que haya cierta distancia entre las frutas y de que la pulpa quede hacia arriba.
A continuación, hornear durante 36 horas a 50 o 60 grados. Una vez transcurrido este tiempo, compruebe que la fruta se ha secado completamente sin ningún rastro de humedad. A continuación, colóquelas en una lata hermética.
Ahora tienes fruta deliciosa para disfrutar todo el año.