El moho es lo peor que se forma dentro de la ducha.
Si tuviéramos que clasificar las zonas del cuarto de baño donde se produce, la ducha estaría sin duda a la cabeza de la lista. Esto se debe, por supuesto, al paso constante de agua, humedad y residuos de productos de cuidado personal.
Sin embargo, el moho puede eliminarse fácilmente si se cuenta con el método adecuado.
Hoy voy a explicarte paso a paso el truco del algodón para estrenar ducha sin rastro de moho.
Lo que necesitas
Descubre qué necesitas para utilizar este truco sencillo pero muy eficaz.
Son productos que seguramente tendrás en casa:
- Agua oxigenada
- Algodones o discos de algodón (de los que se utilizan para desmaquillarse la cara)
El agua oxigenada no es muy utilizada a diario. Sin embargo, tiene excelentes propiedades limpiadoras que puedes aprovechar para mantener limpia tu casa.
Ten cuidado al utilizar peróxido de hidrógeno. Recuerda que debes utilizar 10 partes de agua oxigenada, es decir, un 3%. Tampoco puedes utilizar este método sobre mármol o piedra natural.
¿Cómo funciona?
El procedimiento es rápido y sencillo.
En primer lugar, pon el agua oxigenada en un cuenco pequeño para tenerla a mano.
Coge los trozos de algodón o los discos y sumérgelos en el agua oxigenada sin apretarlos. A continuación, colóquelos a lo largo de todas las zonas de la ducha afectadas por el moho.
Generalmente, estas zonas son las esquinas o los raíles donde la silicona tiende a ennegrecerse con el tiempo.
Una vez colocados los discos, presiona suavemente para que el agua oxigenada salga y actúe correctamente.
Deja allí los discos de algodón hasta que se sequen. A continuación, retira y frota suavemente el moho con un cepillo, que saldrá en un santiamén.
Aclara bien y listo.
Otro método antimoho: el vinagre
El vinagre ocupa el primer lugar por su enorme eficacia en el baño para solucionar todo tipo de problemas, incluido el moho.
Para ello, pulveriza una cantidad generosa de este producto sobre la zona afectada y déjalo actuar durante al menos 20 minutos.
A continuación, frota con un cepillo o una esponja ligeramente abrasiva. Por último, aclare con agua y tendrá una ducha como nueva.
Evite utilizar este producto sobre mármol o piedra natural.