¿Has pensado alguna vez en infusionar huesos de aguacate?

¿Eres de los que tiran los huesos de aguacate a la basura? ¡Estás cometiendo un gran error! En lugar de tirar esta parte, considerada erróneamente inútil, puedes reciclarla en algo increíble para reducir los residuos. ¡Aquí tienes un uso insospechado para el hueso del aguacate que te sorprenderá totalmente!

El aguacate es una de las frutas más consumidas del mundo, después del plátano, claro. Se presta a toda una serie de sabrosas preparaciones, desde el guacamole hasta las ensaladas mixtas.

Sin embargo, todo el mundo tiene la costumbre de tirar los huesos después de comerse la pulpa. Es una mala idea, pero se pueden reutilizar los huesos de aguacate de forma respetuosa con el medio ambiente. Acaba con el despilfarro y prueba esta inteligente forma de aprovechar los huesos de aguacate.

Huesos de aguacate: un tesoro nutricional

Para aprovechar las propiedades ocultas de los huesos de aguacate, basta con preparar una infusión. Basta con hervir el hueso en 1 litro de agua durante unos 10 minutos. A continuación, dejar enfriar la mezcla antes de disfrutar de una bebida milagrosa con increíbles beneficios para la salud.

De hecho, el hueso del aguacate es un verdadero aliado de la salud, ya que es rico en una gran variedad de nutrientes. Más concretamente, el hueso de aguacate es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, por lo que es perfecto para prevenir enfermedades cardiovasculares.

Además, esta infusión especial proporciona sensación de saciedad, lo que es de gran ayuda a la hora de controlar el peso. Esta bebida natural también ayuda a aumentar tu energía cuando te sientes cansado. Así que puede ayudarte a mantenerte sano.

No tires el hueso del aguacate: ¡plántalo para que crezca un aguacatero!
Si no te apetece hacer una infusión, puedes utilizar el hueso del aguacate para cultivar un árbol de aguacate. Este es el procedimiento paso a paso si quieres embarcarte en esta aventura verde:

  • Retira el hueso y límpialo bien.
  • Coge 4 palillos y clávalos en el hueso. A continuación, colócalos en un vaso de agua con la punta hacia arriba y sumerge la mitad inferior del hueso. A continuación, coloca el vaso en un lugar cálido.
  • Cambia el agua cada 2 días y, al cabo de 6 u 8 semanas, empezarán a aparecer pequeñas raíces. Cuando las raíces estén bien establecidas, saca la piedra del vaso y plántala en una maceta o en la tierra del jardín.