Este método consta de dos sencillos pasos: primero el horno en sí y luego la ventana de cristal de la puerta.
Lo que necesitas:
- Agua
- Botella de spray
- Levadura en polvo
- trapos de limpieza
- Vinagre
- Un cuenco pequeño
Y así es como funciona:
El horno:
1. Retire las bandejas del horno.
2. Mezcla unas cucharadas de bicarbonato de sodio con un poco de agua en el recipiente. Debería convertirse en una pasta que puedas esparcir fácilmente sobre las superficies que quieras limpiar.
3. Extiende la pasta dentro del horno. El polvo de hornear se volverá marrón.
4. Déjalo actuar durante la noche. El bicarbonato de sodio necesitará al menos 12 horas para hacer su magia.
5. Al día siguiente: toma un trapo húmedo y limpia la mayor cantidad posible de bicarbonato de sodio.
6. Llena la botella rociadora con un poco de vinagre y rocíalo sobre las superficies donde aún hay residuos de bicarbonato de sodio.
7. Limpie con un paño húmedo.
8. Vuelva a colocar las bandejas del horno.
9. Enciende el horno a temperatura baja durante 15-20 minutos para dejar que todo se seque.
La ventana :
1. Tome el bicarbonato de sodio y agregue un poco de agua para hacer una pasta espesa.
2. Aplique la pasta a la ventana.
3. Déjalo absorber durante 30 minutos.
4. Limpie la ventana con un paño.
El resultado es abrumador. ¡Ojalá existiera un truco tan inteligente para todo en la vida!
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