Cómo lavar correctamente las almohadas, según el material del que están hechas.
Los cojines, o almohadas, son elementos fundamentales para nuestro confort. Estos nos acompañan cómodamente durante las horas de descanso, y es importante que estén siempre limpios e higienizados.
Sin embargo, no siempre es fácil entender cuál es la mejor manera de lavar una almohada, ya que un procedimiento incorrecto corre el riesgo de arruinarla irreparablemente. A continuación te damos algunos consejos sobre cómo lavar estas prendas, dependiendo del material del que estén hechas.
1 Almohadas viscoelásticas o látex
Las almohadas fabricadas con estos materiales son las más delicadas. Para su correcta conservación es importante que estos cojines no se mojen, ya que el contacto con el agua podría dañarlos.
De hecho, sus componentes absorben la humedad. Si está mojado, será difícil evaporar el agua. Por tanto, para limpiarlos es imprescindible seguir las instrucciones proporcionadas por el fabricante.
Normalmente es recomendable utilizar un paño húmedo, mezclado con la acción de un jabón neutro. Frote suavemente la superficie del cojín y evite que el agua penetre profundamente.
Nunca utilices productos como lejía o limpieza en seco. Lave la funda de la almohada con frecuencia para evitar que las acumulaciones de sudor empapen la almohada.
2 almohadas de plumas o fibra hueca
Estas almohadas se pueden lavar a máquina. Sin embargo, hay que recordar que el proceso de lavado debe ser el mismo que el de las prendas delicadas. La temperatura de la lavadora debe ajustarse a 40°C.
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En cuanto al ciclo de centrifugado, no se debe superar la programación de 800 rpm. Recomendamos utilizar detergente líquido como detergente, ya que la contraparte en polvo podría quedar atrapada dentro de la almohada.
Al igual que con los modelos anteriores, no utilizar lejía ni limpiar en seco. Para eliminar los malos olores será imprescindible ventilarlos a diario.
Si de todas formas aparecen estos, harías bien en utilizar bicarbonato de sodio para eliminarlos rápidamente. Unta el bicarbonato de sodio sobre la almohada y déjalo actuar unas horas. Luego retírelo con una aspiradora o un cepillo.