¡Evite cometer este error con los huevos! Puede provocar una intoxicación alimentaria.

Los huevos lo tienen todo: son un alimento muy nutritivo, rápido de preparar y adecuado para todas las comidas. Sin embargo, hay que conservarlos bien para que no supongan un peligro para la salud. Pero, ¿cuál es ese error fatal que se comete a menudo con los huevos?

En Francia, a casi todo el mundo le gustan los huevos. Según las estadísticas de la CSA, el 98% de los franceses comen huevos regularmente y el 94% de los padres se los dan a sus hijos. Estas cifras demuestran que los huevos son uno de los alimentos favoritos de los franceses. ¿Por qué son tan populares los huevos?

A la hora de cocinar, los huevos pueden prepararse de mil maneras diferentes, según su inspiración. Como entrante, plato principal o postre, su preparación depende de su creatividad e imaginación. Además, el huevo es un alimento completo que contiene proteínas y aminoácidos. Pero, sobre todo, ¡nos gustan los huevos porque son naturales!

Pero si no se siguen las normas de conservación de los huevos, este alimento puede ser peligroso para la salud. El error más común que todo el mundo comete es almacenar los huevos a temperaturas variables. Esto favorece la proliferación de bacterias, sobre todo la Salmonella. Como consecuencia, corres el riesgo de contraer salmonelosis, una enfermedad acompañada de fiebre, diarrea y dolor abdominal.

Mantener los huevos a temperatura ambiente durante el transporte y la comercialización

¿Quizás no sepa cómo conservar los huevos? ¿A temperatura ambiente o en el frigorífico? De hecho, las recomendaciones no son muy precisas. En los grandes almacenes, quizá observe que los huevos no se conservan en la sección refrigerada, sino en las estanterías a temperatura ambiente.

Esto es lo que dice la Comisión de las Comunidades Europeas sobre la comercialización de los huevos: “Los huevos refrigerados que se dejan a temperatura ambiente pueden cubrirse de condensación, lo que favorece la proliferación de bacterias en la cáscara y probablemente penetren en el huevo. Por ello, los huevos deben almacenarse y transportarse preferentemente a temperatura constante y, por regla general, no deben refrigerarse antes de su venta al consumidor final”.

Conserve los huevos a temperatura ambiente o en un lugar fresco de su casa.

Cuando los huevos llegan a casa después de comprarlos, ¡las normas para almacenarlos cambian! La mayoría de los cartones de huevos dicen “Conservar refrigerados después de la compra”. Pero no hace falta hacerlo si te guías por las recomendaciones de la ANSES (Agencia Nacional Francesa de Seguridad Sanitaria de los Alimentos, el Medio Ambiente y el Trabajo). Esta última afirma que “si los huevos se almacenaron a temperatura ambiente en la tienda, no es necesario conservarlos en el frigorífico”. Si, por el contrario, se opta por guardarlos en el frigorífico, hay que “consumirlos lo antes posible tras sacarlos del frigorífico”.