Las alfombras son accesorios utilizados para decorar y embellecer los interiores. También son objetos funcionales cuya función es proteger los suelos para preservar la temperatura interior y limitar la pérdida de calor durante el invierno.
Sea cual sea la estación, siempre hay que tener las alfombras limpias. Hoy vamos a ver el remedio de los expertos para mantener tus alfombras impecables.
¿Cómo se limpian las alfombras en seco?
Descubra hoy un remedio excepcional para limpiar en profundidad sus alfombras de interior. Se basa en el bicarbonato de sodio, que tiene excelentes propiedades limpiadoras para limpiar en seco con éxito.
Para multiplicar por diez el efecto limpiador de este polvo blanco, añadiremos aceite de árbol de té, que inhibe el crecimiento de bacterias al tiempo que impide la multiplicación de los huevos de los ácaros del polvo.
Para ello, vierta una cantidad de bicarbonato de sodio en un recipiente y añada 3 ó 4 gotas de aceite de árbol de té. A continuación, mezcle los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.
A continuación, extienda el remedio por la superficie de las alfombras y frote suavemente con un cepillo suave para que penetre en el tejido.
A continuación, deja reposar durante una hora antes de pasar la aspiradora para eliminar los restos de bicarbonato. También puedes utilizar un cepillo o sacudir a mano.
Otros remedios fiables para limpiar alfombras en seco
Polvos de talco
Los polvos de talco son un producto natural con potentes propiedades absorbentes que neutralizan la suciedad. También es eficaz para limpiar cristales muy sucios.
Para ello, espolvorea el talco sobre la superficie de la alfombra y déjalo actuar un rato. Después, cepilla para eliminar cualquier resto y listo.
Bolsitas de té
Este remedio puede parecerte un poco extraño, pero funciona a las mil maravillas para mantener las alfombras como nuevas. Las bolsitas de té también se pueden utilizar en sofás y colchones, que también son superficies que no se pueden lavar.
Para utilizar este remedio, pon 2 bolsitas de té en un recipiente con 500 ml de agua caliente durante 5 minutos. A continuación, deja enfriar la mezcla.
A continuación, vierte el líquido en un pulverizador y rocíalo sobre la alfombra. Dejar secar completamente. Si es posible, colócala en el exterior, bajo la luz directa del sol.
