Introducción
¿Te ha interesado alguna vez cultivar tus propios alimentos, pero no tienes el espacio? ¿O simplemente estás buscando una forma divertida y fácil de incorporar más nutrientes a tu dieta? Entonces, germinar lentejas y hacer brotes comestibles en 4 días podría ser la solución perfecta para ti.
¿Por qué germinar lentejas?
**Germinar lentejas** es un proceso sencillo y rápido que puedes hacer en la comodidad de tu hogar y con muy pocos utensilios. Te proporcionará un alimento fresco y nutritivo a partir de una legumbre que es comúnmente disponible y económica. Los brotes de lentejas son una excelente fuente de fibra, vitamina C y B, proteínas y minerales como el hierro y el zinc. Además, al germinarlas mejorarás su digestibilidad y aumentarás la disponibilidad de sus nutrientes.
Los brotes de lentejas son deliciosos y versátiles en la cocina, los puedes añadir a tu ensalada, sándwiches o incluso batidos. Su sabor es ligeramente terroso y crujiente, aportando textura a tus alimentos.
¡Empecemos! El proceso para germinar lentejas
Necesitarás:
– 1 taza de lentejas.
– 1 tarro transparente y grande.
– Un trozo de tela de algodón o rejilla para cubrir la boca del frasco.
– Un sujetador resistente, como una liga o cinta elástica.
– Agua.
**Paso 1: Escoger y lavar las lentejas**
El primer paso para germinar lentejas es seleccionar las **lentejas secas**, si tienen manchas, están partidas o dañadas, descártalos. Luego hay que lavarlas con agua fría hasta que estén limpias.
**Paso 2: Remojar las lentejas**
Las lentejas necesitan ser remojadas para comenzar el proceso de germinación. Para ello, debes colocarlas en el frasco de vidrio y luego agregar agua, asegurándote de que están completamente sumergidas. Asegura el trozo de tela sobre la boca del frasco con una liga o cinta elástica y deja remojando durante la noche o por 12 horas.
**Paso 3: Drenar y enjuagar**
Pasado el tiempo de remojo, vacía el agua del frasco utilizando la tela de algodón como colador. Luego debes volver a enjuagar las lentejas con agua fría y drenar nuevamente. Es importante asegurarte de que dresas bien, ya que la humedad excesiva puede provocar la formación de moho.
**Paso 4: Repetir el proceso de lavado y drenado**
Este paso debe repetirse dos veces al día durante los próximos cuatro días. Asegúrate de mantener el frasco inclinado y en un lugar donde reciba luz pero no sol directo. Así favorecerás la ventilación, evitarás la acumulación de agua y creará la **escena natural y realista de germinar lentejas y hacer brotes comestibles**.
Observando el crecimiento: fondo doméstico iluminado suavemente
Alrededor del segundo día, comenzarás a observar los primeros brotes. La longitud del brote dependerá del tiempo que dejes germinar las lentejas. Un ambiente con **fondo doméstico iluminado suavemente, con detalles visibles del recipiente y la planta creciendo** creará una atmósfera ideal para el desarrollo de tus brotes de lentejas.
Para el cuarto día, tus brotes deberían tener alrededor de un centímetro de largo. En este punto, pueden ser cosechados y comidos. Para cosechar, simplemente enjuaga los brotes una vez más, date el gusto de ver el **recipiente y la planta creciendo con hojas verdes o frutas visibles** y drena bien para quitar el exceso de agua. Luego puedes guardarlos en el frigorífico durante una semana.
Relájate y observa la maravilla de la vida desarrollándose en tu propio hogar y luego disfruta de la crujiente recompensa de tu esfuerzo. Así de sencillo es germinar lentejas y producir tus propios y nutritivos brotes comestibles en tan solo cuatro días.