Aunque el radiador es uno de los electrodomésticos más preciados del hogar, sobre todo en invierno, limpiarlo nunca es una tarea divertida.
Sin embargo, nunca debe descuidar su limpieza porque cuando enciende este sistema de calefacción, atrae una tonelada de polvo que se acumula en el interior de sus ranuras.
Aunque no tengas mucho tiempo para limpiar a fondo tu aparato, debes saber que es posible quitarle el polvo sin utilizar agua. Pero, ¿cómo hacerlo?
Comparto contigo algunos consejos muy prácticos para limpiar tu radiador utilizando objetos sencillos que tienes por casa.
El truco del nudo
La suciedad y el polvo que se esconden en el interior de tu radiador son difíciles de alcanzar.
Sin embargo, si utilizas el método del nudo, podrás llegar a todos los rincones de tu electrodoméstico. De hecho, esta técnica te ayuda a llegar a la suciedad más oculta del interior de tu radiador.
Para ello, coge una toalla limpia y haz un nudo en una de sus esquinas. A continuación, desliza la toalla por la ranura del radiador. De esta forma, el nudo eliminará todo el polvo oculto entre las ranuras de tu electrodoméstico.
Repite el mismo paso en todas las ranuras. Y si ves que la toalla está sucia de polvo, no dudes en sustituirla por una limpia.
Termine la operación de limpieza pasando un paño húmedo por toda la superficie exterior del radiador. Verás que tu aparato vuelve a estar como nuevo sin necesidad de utilizar agua.
El método de la mariposa
Mucha gente se pregunta en qué consiste esta técnica de limpieza de radiadores. Pues bien, ¡te lo explico enseguida!
El método mariposa es lo que necesitas si quieres limitar la cantidad de agua que utilizas para limpiar tu radiador.
A menudo se teme que el aparato tarde demasiado en secarse. Esto puede provocar malos olores y manchas de cal.
Para evitar todos estos problemas, te propongo que cojas una esponja amarilla y verde. A continuación, átala con una cinta en el centro para que adopte la forma de una mariposa.
A continuación, humedece ligeramente la mariposa y vierte sobre ella un poco de vinagre. Introduce la mitad de la esponja en el radiador y deslízala hacia abajo con la cinta.
Hazlo por todas las ranuras para eliminar eficazmente el polvo. Verás que tendrás un radiador impecable sin tener que usar agua.