¿Es peligroso el aceite de coco? En algunos casos, ¡sí! Descubre por qué.

El aceite de coco parece el elixir perfecto para todo, pero ¿estás seguro de que es así?

Es un producto que soluciona ciertos problemas, pero en algunos casos puede ser contraproducente. Expertos en bioquímica han querido saber más sobre este ingrediente cada vez más popular. Y han descubierto que no es del todo beneficioso.

¿Tienes curiosidad por descubrir los pros y los contras de este aliado de la salud y la belleza? Allá vamos.

El aceite de coco puede ser perjudicial para el cabello y la piel

Si has leído que el aceite de coco es bueno para el cabello, antes de aplicarlo debes valorar algunas de sus características. Si tienes el pelo rizado o encrespado, no lo utilices para agravar la situación. El ácido ialaúrico que contiene podría volver tu cabello más opaco, menos elástico y voluminoso. Utilízalo sólo si tienes el pelo fino o medio grueso, liso o ligeramente ondulado. Sin embargo, utilízalo con moderación y no abuses de él.

En cuanto al cuidado facial, la cuestión se complica aún más. Por desgracia, este producto es comedogénico. Es decir, está contraindicado para personas con piel grasa o acné. Su composición puede aumentar la presencia de granos, erupciones, puntos negros y poros dilatados.

Pero la cosa no queda ahí. Este aceite no está recomendado ni siquiera para pieles secas. Las propiedades hidratantes y emolientes del aceite de coco no tienen un efecto específico que le permita penetrar en profundidad para nutrir la dermis. Por lo tanto, no es eficaz para combatir las arrugas y la flacidez. Mejor utilizar el aceite de Argán.

En cuanto a su uso en la cocina, contiene una gran cantidad de ácidos grasos saturados, lo que lo hace inadecuado para el consumo diario. Según recomienda la OMS (Organización Mundial de la Salud), es mejor consumir aceite de oliva, capaz de combatir el colesterol LDL o colesterol malo y prevenir las enfermedades cardiovasculares.

Entonces, ¿qué debe hacer si lo tiene en la despensa o en el armario del baño? Utilizarlo con grano sucio, como dirían los sabios latinos. Es decir, con cuidado, sin pasarse y, sobre todo, ¡sin esperar un milagro!