¿Has oído hablar alguna vez del truco del cartón para eliminar las malas hierbas del jardín? Es un método original y muy eficaz que no requiere demasiado esfuerzo. Olvídate de los productos industriales llenos de químicos y prueba este truco insólito para deshacerte de una vez por todas de las malas hierbas que invaden tus espacios verdes.
¿Cómo utilizar el cartón para eliminar las malas hierbas?
Recoge cajas de cartón
Quítales las grapas, la cinta adhesiva y las etiquetas y aplánalas.
Corta trozos grandes y colócalos sobre las malas hierbas.
Pon piedras encima para que no salgan volando.
Termina regando.
¿Cuál es el resultado?
Gracias a este método, todas las malas hierbas quedan asfixiadas bajo el cartón y se irán muriendo poco a poco.
Al cabo de unas semanas, ya no tendrás malas hierbas, porque desaparecerán para siempre.
Es un truco original, natural y sin esfuerzo. No hace falta arrancar las malas hierbas a mano ni aplicar herbicidas dañinos.
Las cajas de cartón pueden ayudarte a desherbar tu jardín antes de plantar las hortalizas o las flores, sin tener que hincar los codos.
Las cajas de cartón se pueden adquirir gratuitamente en los comercios locales. También es una forma de reducir los residuos reciclándolos de forma inteligente.
Otros consejos para deshierbar con cartón
Para obtener mejores resultados, es aconsejable realizar la operación con meses de antelación. Comience a instalar la cubierta de cartón varios meses antes en las zonas infectadas por las malas hierbas. De este modo, las malas hierbas desaparecerán y no volverán a crecer.
El cartón y las malas hierbas muertas se descompondrán y ayudarán a crear un suelo más rico en nutrientes.
Muchos jardineros recomiendan combinar este método con el uso de mantillo, como hojas muertas, paja o recortes de césped. Colócalo encima para abonar aún más el suelo.
Si vives en una zona con clima seco, lo mejor es regar la zona acolchada una vez a la semana. Así se estimula la descomposición y el intercambio de gases para fertilizar y nutrir el suelo.
No hagas el mantillo demasiado grueso. Lo ideal es que la lluvia pueda atravesarlo para estimular la descomposición y fertilización del suelo.