Si cocinas con frecuencia seguramente sabrás con qué facilidad tiende a ensuciarse la rejilla del horno .
Las operaciones pueden posponerse hasta cierto punto, más allá del cual será realmente complicado reanudarlas. Y las consecuencias las notarás también en la mesa, ya que, en las peores circunstancias, es capaz incluso de alterar el sabor de los alimentos.
Cómo quitar fácilmente las incrustaciones de la rejilla del horno
Entonces, ¿cómo podemos afrontarlo? Los métodos son diferentes. Entre los más utilizados se encuentra el clásico desengrasante . Son productos muy habituales en los centros comerciales, económicos y capaces de eliminar la grasa fácilmente.
Sin embargo, si buscas un remedio más ecológico, o uno que ya esté disponible en tu despensa, existen algunos ingredientes naturales eficaces .
Un clásico es el bicarbonato de sodio , utilizado casi en todas partes en las tareas del hogar. Simplemente sumerja la parrilla en agua caliente, agregue un poco de bicarbonato de sodio y déjela por unos minutos.
Si no quieres remojar las rejillas, rocía una mezcla de agua y bicarbonato de sodio. Entonces, ¡elimina la suciedad con una esponja y admira el resultado!
Alternativamente, aprovecha el calor restante y unta mantequilla o aceite en la zona afectada. Es mejor aplicarlo con un paño para evitar el riesgo de quemarse.
Déjalo actuar unos minutos y, con un disco metálico , retira las incrustaciones. Así que elimina los restos de mantequilla o aceite con un poco de agua y jabón.
La tercera solución para devolver la parrilla del horno a su antiguo esplendor es el limpiador a vapor . El vapor caliente que desprende eliminará grasas e incrustaciones. Cuando termine, limpie con un paño húmedo para eliminar el exceso de suciedad y seque.
Cada uno de los tres remedios indicados te permitirá limpiar la rejilla del horno en muy poco tiempo y sin recurrir a productos químicos agresivos, cuyos efectos nocivos sobre el organismo están bien comprobados.