Los pomos de la estufa pueden ensuciarse como cualquier otra zona de la cocina. De hecho, según diversos controles, es precisamente en ellos donde la grasa y la suciedad consiguen acumularse de forma realmente increíble. Por este motivo es importante prestar mucha atención a esta zona y evitar que residuos de cualquier tipo la dañen o arruinen.
Sin embargo, su forma no facilita los procedimientos de limpieza y simplemente pasar la esponja sobre ellos no resulta especialmente eficaz. Así que aquí tienes un truco casero que no sólo dejará los pomos de tu cocina perfectamente limpios, sino que también les dará un aspecto absolutamente magnífico y brillante.
Para poder completar a la perfección los procedimientos de limpieza de estos objetos sólo necesitarás los siguientes elementos:
- un cepillo de dientes
- Peróxido de hidrógeno de 130 volúmenes.
- Solo agua corriente del grifo
El procedimiento para restaurar los pomos del horno y la cocina es muy sencillo, y para completarlo simplemente debes seguir estos breves pasos:
En primer lugar, diluye una cucharadita de agua oxigenada dentro de un recipiente, donde previamente has vertido unos 100 ml de agua. Mezclar esta mezcla para que quede lo más homogénea posible. Para este paso puedes ayudarte de un cucharón de cocina o una cuchara.
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La acción del agua oxigenada será realmente extraordinaria y además de eliminar bacterias y otros elementos especialmente molestos, resultará ser un perfecto desengrasante casero, extraordinariamente económico, entre otras cosas.
En este punto tendrás que utilizar tu cepillo de dientes para limpiar cada rincón de los pomos, incluidas las zonas a las que normalmente no se puede llegar con las esponjas. Las cerdas del cepillo de dientes no rayarán la superficie de la cocina y por lo tanto no dañarán los pomos ni las superficies de la máquina de gas.
Para terminar todo, utiliza un paño, humedécelo con agua corriente y úsalo para darle una pasada final a los pomos, para que vuelvan a brillar como si fueran totalmente nuevos.