
No, no hablaremos de cómo cocinar manzanas en el horno. Estamos aquí para desvelarte el truco de la manzana en el horno que promete eliminar los malos olores que puede desprender un horno quizás no muy limpio o en el que se ha cocinado algo especialmente “oliente” .
¿Cómo utilizar una manzana en el horno para eliminar los malos olores?

Uno de los electrodomésticos que más utilizamos en casa es el horno. Sin embargo, a menudo sucede que cocinamos alimentos e ingredientes que “huelen demasiado “ y tienden a dejar mal olor en el horno. Claro, tal vez limpiemos el horno inmediatamente después , pero ese olor no quiere desaparecer.
Lo cual no es bueno: no sólo el olor del horno podría extenderse al resto de la cocina y de la casa , sino que además los próximos platos que vayamos a meter al horno podrían adquirir un olor poco agradable.
Dado que después de utilizar el horno es una buena práctica dejarlo abierto un rato para que se airee, aquí es donde entra en juego el truco de la manzana al horno. Coge una manzana , córtala en rodajas y colócala en una bandeja de horno forrada con papel de horno.

Coloca el molde en el horno y enciéndelo a una temperatura de 180 grados. Deja todo en el horno durante un cuarto de hora y luego apaga el aparato. En teoría, la manzana cocida habrá absorbido los olores y el horno habrá vuelto a oler bien.
Si no tienes una manzana disponible, puedes probar a utilizar cáscaras de cítricos . El procedimiento es similar al anterior, excepto que en lugar de la manzana colocarás cáscaras de naranja o limón sobre el papel de horno. El horno siempre debe estar encendido a 180 grados, mientras que la sartén debe permanecer en el horno durante 20-25 minutos. Y ahora las cáscaras habrán neutralizado los malos olores. Además, al hacer esto también tendrás un agradable aroma en toda la casa.
Se hace lo mismo colocando sobre el papel de horno pan duro remojado en vinagre . En este caso tendrás que precalentar el horno a 180 grados durante 15 minutos antes de colocar el bol con el pan y el vino dentro, pero esta vez dejando el horno apagado una noche. A la mañana siguiente basta con abrir el horno, retirar el bol y dejar la puerta abierta al menos una hora.

Si no tienes pan, prepara una solución con vinagre de vino blanco (o jugo de limón) y agua. Viértelo en una botella con atomizador y rocía sobre las paredes interiores del horno, incluidos el vidrio y la parrilla. Dejar actuar dos horas y luego aclarar todo con una esponja.
Por último, también puedes preparar una pasta a base de agua y bicarbonato de sodio para utilizar en las paredes del horno, dejándola actuar durante 5-10 minutos y luego enjuagando todo bien. El bicarbonato de sodio también elimina los malos olores.