EL SECRETO PARA UN SUELO CONSTANTEMENTE LIMPIO Y BRILLANTE

El secreto para un suelo constantemente limpio y brillante

Una de las primeras cosas que hay que hacer para tener un hogar limpio e impecable es, sin duda, lavar los suelos periódicamente. Así es como puedes lograr excelentes resultados con un truco simple e inteligente.

Cuando decidimos dedicar tiempo a la limpieza de la casa no debemos dejar nada al azar. De lo contrario, corremos el riesgo de perder tiempo y energía en vano. Incluso una pequeña falta de atención o distracción podría arruinar inesperadamente todos nuestros esfuerzos.

Una de las superficies que se ensucia con más facilidad en una casa, como todos sabéis, es el suelo. Por supuesto, esto requiere una limpieza regular. Inicialmente, los resultados corresponden perfectamente a nuestras expectativas, pero después de una serie de lavados, por absurdo que parezca, no es raro darse cuenta de que el suelo no está tan limpio después de todo. ¿Cómo solucionar esto? Averigüemos juntos.

EL SECRETO PARA UN SUELO SIEMPRE LIMPIO

El hecho de que el suelo no luzca perfectamente limpio después del lavado no depende tanto de nuestra habilidad en las tareas del hogar, sino de la poca atención que a veces prestamos a los utensilios de limpieza. En este caso hablamos de la fregona que utilizamos para lavar los suelos. De hecho, el suelo no puede quedar perfectamente limpio si el trapo que decidimos utilizar no lo está también.

Después de cada uso, la fregona acumula más suciedad, gérmenes y bacterias entre sus fibras. Es nuestro trabajo asegurarnos de que el trapo esté limpio y en buen estado antes de lavar el suelo, del mismo modo que comprobamos que los utensilios estén perfectamente limpios antes de cocinar.

Si el trapeador parece demasiado sucio antes de reemplazarlo, vale la pena intentar limpiarlo. Esto es posible utilizando un ingrediente que no suele faltar en la despensa: el bicarbonato de sodio (bicarbonato de sodio).

Cómo limpiar el trapo que usamos para lavar los suelos

Se acabaron los días en los que no se conocía la utilidad real del bicarbonato de sodio. Hoy en día se utiliza de diversas formas: como agente leudante en pasteles o como ingrediente clave en remedios caseros de limpieza para el hogar. El bicarbonato de sodio también puede resultar muy útil en este caso, gracias a sus propiedades naturales quitamanchas, higiénicas y neutralizadoras de olores.

Para limpiar la fregona con la que lavamos los suelos basta simplemente con dejarla en remojo durante unas dos o tres horas en una solución de agua tibia y dos cucharadas de bicarbonato de sodio disueltas en ella.

Pasado el tiempo requerido, no sólo ya no emanará de las fibras el terrible olor a suciedad y polvo, sino que también se habrán eliminado todos los gérmenes y bacterias acumulados. Además, este remedio no requiere ninguna inversión de tiempo: mientras esperamos a que el bicarbonato haga su trabajo, podemos realizar otras actividades fácilmente.