Ducharse por la mañana ayuda a tonificarse y a empezar bien el día. Ducharse por la noche, en cambio, permite evacuar todo el estrés acumulado durante el día y disfrutar de un descanso reparador.
Cada momento de la ducha tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Pero la ciencia tiene algo que decir al respecto. Descubra el momento adecuado del día para ducharse.
¿Por qué ducharse por la mañana?
Como hemos dicho antes, una ducha matutina es una buena forma de despertarse y tonificar el cuerpo para prepararse para el día siguiente. Una ducha matutina ayuda a estimular los sentidos y a acumular suficiente energía para el día. Ducharse con agua tibia o incluso fría despertará el cuerpo.
Ducharse por la mañana es importante para eliminar el sudor y las bacterias que se han acumulado durante la noche. Si tienes la piel grasa, ducharte por la mañana te refrescará y te dejará la piel más limpia y fresca. Para los deportistas, ducharse por la mañana es imprescindible para empezar bien el día.
¿Por qué ducharse por la noche?
Una piel limpia está garantizada cuando te duchas por la mañana, pero ducharse por la noche también garantiza una excelente salud de la piel.
Esto es especialmente cierto en los meses más cálidos, cuando la piel tiende a acumular suciedad, alérgenos, bacterias y sudor.
Cabe señalar que la piel puede ensuciarse aunque no salgas a la calle. Por eso es importante lavarse la cara y el cuerpo al final del día para evitar problemas cutáneos como la inflamación.
Por último, ducharse por la noche ayuda a descansar bien. Dúchate con agua caliente para bajar la temperatura corporal. Esto favorece un sueño más tranquilo y reparador, especialmente durante los meses de verano.
¿Cuál es el mejor momento para ducharse?
Según estudios científicos, los expertos aconsejan ducharse por la noche para eliminar toda la suciedad acumulada a lo largo del día. Esto ayuda a prevenir la inflamación de la piel y otros problemas cutáneos.
Sin embargo, si aún así quieres ducharte dos veces, es aconsejable que te limites a 5 minutos cada mañana y cada noche. Así evitarás que la piel se reseque.