¿Dónde deben guardarse los tomates: en el frigorífico o en el alféizar de la ventana?

Seguro que ya se ha preguntado dónde guardar los tomates frescos para evitar el desperdicio de alimentos. Con la llegada de la temporada estival llegan las ganas de comer frutas y verduras frescas. Esto es especialmente cierto en el caso de los tomates frescos, jugosos y gordos, que son las reinas de las mesas de primavera y verano. Averigüe cuáles son los errores que no debe cometer al conservar estas frutas y cuál es la mejor forma de almacenarlos.

Dónde guardar los tomates: ¿en la nevera o en el alféizar?

En primer lugar, debes saber que exponer los tomates al frío hace que la fruta se estropee rápidamente. De hecho, los tomates sólo tardan unos días en descomponerse.

Guardarlos en la nevera también favorece la pérdida de sabor natural, que es la verdadera baza de este ingrediente.

Como ves, los tomates no deben guardarse en la nevera. Para preservar al máximo la calidad de la verdura, el alféizar de la ventana tampoco es el mejor lugar.

¿Dónde puedes conservar los tomates frescos y sabrosos?

Pon los tomates en la despensa, que es una zona con poca luz. Sin embargo, recuerda guardarlos en un recipiente con pequeños agujeros para permitir el paso del aire.

Si tienes un sótano, no dudes en guardar allí los tomates. Colócalos en un recipiente especial. Por último, asegúrate de no arrancar los tallos de los tomates si no vas a comerlos inmediatamente. De lo contrario, se agriarán.