Diente de ajo: ¡lánzalo por el retrete antes de acostarte! Un gesto que ha salvado muchas vidas.

Un diente de ajo tiene mil y una propiedades. Basta con tirarlo por el retrete antes de acostarse.

El ajo sirve para muchas cosas. Prácticamente insustituible, puedes frotarlo en las cortinas, guardarlo bajo la almohada para dormir mejor o tirarlo por el inodoro para deshacerte de todos los gérmenes y bacterias.

El cuarto de baño y sus instalaciones sanitarias siguen siendo un refugio de bacterias por excelencia. El inodoro, en particular, es el lugar más sucio de la casa. Por eso hay que limpiarlo al menos cada dos días, sobre todo si lo utiliza mucha gente.

Limpiar el inodoro nunca es suficiente

Si limpias el inodoro cada dos días con productos químicos, incluida la lejía, nunca estarás seguro de que esté realmente limpio. Además de los productos que compras en el supermercado, tienes que utilizar remedios caseros.

Los remedios clásicos de la abuela son los únicos que garantizan al 100% la limpieza del baño. Es el caso del ajo, uno de los productos naturales que te libran de gérmenes y bacterias. El ajo es un antiséptico y antiinflamatorio natural. Contiene alicina, una sustancia que protege contra parásitos y bacterias y mata los hongos de forma natural y sencilla.

Cómo utilizar el ajo para limpiar el inodoro

Para utilizar el ajo en el baño para eliminar gérmenes y bacterias, basta con pelar un diente de ajo, ponerlo en la taza del váter y dejarlo allí toda la noche. Es mejor hacerlo por la noche, ya que es el momento del día en que menos se utiliza el inodoro.

Al día siguiente, nada más levantarte, debes tirar de la cadena utilizando un cepillo y restregando por todas partes. Después de tirar de la cadena, notarás que la taza del váter estará más limpia y perfumada que antes. Este procedimiento es eficaz, pero debes hacerlo al menos dos veces por semana. Una vez no es suficiente para mantener el baño limpio y desinfectado.

La segunda opción, que requiere un poco más de esfuerzo, es preparar una infusión de ajo. Hierve dos tazas y media de agua con tres dientes de ajo pelados en su interior. A continuación, vierte la mezcla en la taza del váter una vez que se haya enfriado. Déjalo reposar al menos unas horas. Limpia los inodoros tan a fondo como puede hacerlo cualquier producto químico.