Uno de los daños más frecuentes en los balcones es el causado por el óxido y la cal. ¿Cómo acabar con esta molestia? La solución es este remedio de 1 euro.
¿Cansado de las marcas de óxido y cal en las barandillas o el suelo de los balcones? Para deshacerse de ellas, se suele recurrir a productos químicos, que pueden eliminarlas fácilmente pero no son nada respetuosos con el medio ambiente. Además, los productos antioxidantes suelen ser peligrosos y nocivos para la salud.
Pero hoy, olvídate de estos productos y déjate tentar por remedios más naturales e igualmente potentes. He aquí un truco infalible que sólo cuesta 1 euro. Con este método, puedes ahorrar mucho dinero y el planeta te lo agradecerá.
Balcones llenos de óxido y cal: una auténtica pesadilla
Durante los meses de invierno, los suelos y las barandillas de los balcones se ven invadidos por manchas de óxido y cal. Hay que eliminarlas rápidamente para que los espacios exteriores resulten más agradables a la vista.
Muchas personas recurren para ello a productos químicos. Sí, son eficaces, pero contaminantes y agresivos. Así que, ¿por qué no pruebas este método natural, que puede ayudarte a ahorrar mucho dinero a la vez que consigues resultados sorprendentes?
Despídete de los productos químicos y empieza a utilizar remedios naturales que son mejores para tu salud.
Prepara este remedio natural para combatir el óxido y la cal
Ante todo, debes tener en cuenta el estado de tus balcones. Si el óxido no es demasiado invasivo, puedes utilizar vinagre blanco. ¿Cómo hacerlo?
Prepara una mezcla de agua y vinagre y empapa algodones en ella. A continuación, colócalos sobre las superficies dañadas por el óxido. En poco tiempo, conseguirás un buen resultado sin gastarte una fortuna en productos tóxicos.
Si el problema es bastante grave, hay que preparar una mezcla de sal y limón. Vierte abundante sal y el zumo de medio limón en un cuenco de plástico. A continuación, mezcla los dos ingredientes hasta obtener una textura cremosa. Deja reposar durante 30 minutos.
A continuación, coge una esponja humedecida con un poco de esta mezcla y frota las zonas oxidadas y llenas de cal. A continuación, limpia las zonas húmedas con un paño seco.
