Cultivar albahaca en macetas: ¡adopte esta técnica de vivero!

Si pones en práctica este consejo, ¡podrás tener una albahaca exuberante y vigorosa! Sólo hay que seguir unos sencillos pasos.

La albahaca es una planta aromática con un ciclo de vida bastante específico. De hecho, alcanza su máximo esplendor durante los meses más cálidos y puede morir en invierno.

Sin embargo, si te encanta esta planta y quieres disfrutar de su embriagador aroma durante todo el año, debes saber que es perfectamente posible. La mejor forma de disfrutarla todo el año es cultivarla en maceta, siguiendo unos sencillos consejos.

Albahaca en maceta: el secreto del jardinero para disfrutarla todo el año

¿Acaba de comprar albahaca en maceta? Esta hierba aromática suele crecer en pequeñas macetas de plástico, que no son adecuadas para un crecimiento sano y rápido durante mucho tiempo.

Para ello, los expertos recomiendan cambiar la maceta de tu planta de albahaca por un modelo de terracota más grande y profundo. A continuación, debes utilizar una tierra adecuada para macetas que garantice un buen drenaje y un excelente aporte de nutrientes para tu planta.

Empieza por sacar las plantas de su maceta con todo el cepellón y presta atención a las raíces. Estas macetas pequeñas suelen contener unas dos o tres plantas. Sepáralas con cuidado y colócalas en sus nuevas macetas, manteniendo una distancia de 5 cm entre ellas.

Tras esta operación de traslado, riega suavemente las plantas de albahaca sin regarlas en exceso. El agua estancada puede dañar las raíces, aunque el agua es muy útil durante esta fase. A continuación, coloque la maceta en el exterior, pero sin exposición directa al sol.

Cuando el mercurio empiece a bajar, debes trasladar la maceta al interior de la casa. Elige una zona de la casa con una temperatura constante de entre 20 y 25 grados. Por ejemplo, coloca la maceta en el alféizar de una ventana con mucha luz. No obstante, protégela de las corrientes de aire.

Para que tus plantas de albahaca prosperen en las condiciones adecuadas, cosecha sólo las hojas cortando las ramas enteras. Esto retrasará la floración, que probablemente consumirá mucha energía, y la planta acabará marchitándose.

Con estos sencillos consejos, podrás tener albahaca todo el año, incluso en los meses más fríos.