Cultivar aguacates en maceta a partir de un hueso: ¡estos son los puntos esenciales que debe recordar!

El aguacate es una fruta con multitud de beneficios para el organismo. Comer aguacates ayuda a controlar los niveles de colesterol y mejora la salud ósea. Además, el aguacate es antiviral, antiinflamatorio, antioxidante y analgésico.

¿Por qué no cultivas una maceta de aguacate en casa para disfrutar de todos sus beneficios? ¿Te tienta? Remángate, ¡aquí tienes los pasos que debes seguir para cultivar un aguacate de hueso!

Cultivar un aguacate en una maceta

Empieza por extraer el hueso del aguacate sin dañarlo ni quitarle la capa marrón. Límpialo con cuidado.

Coloca tres o cuatro palillos en el hueso, ligeramente inclinados hacia abajo.

Coge un vaso de agua y coloca el corazón encima. Coloca la parte más ancha del núcleo hacia arriba y la parte puntiaguda semisumergida en el agua, ya que es ahí donde crecerá la raíz. A continuación, coloca el vaso en un lugar soleado.

Vigila el núcleo cambiando el agua una o dos veces por semana para evitar la formación de moho. Hazlo durante cuatro semanas.

Verás que aparece una pequeña raíz bajo el agua. La parte superior empezará a agrietarse.

Deja que las raíces crezcan hasta que la planta mida unos 15 cm. Entonces retira los palillos. Ahora es el momento de poner tu planta de aguacate en una maceta.

Para ello, prepara una maceta con tierra y sustrato. Elige un sustrato preparado con humus de lombriz y un poco de turba o un sustrato para macetas que puedes comprar fácilmente en los centros de jardinería. La maceta debe tener agujeros en el fondo para evitar que se pudran las raíces. Durante la plantación, deja la mitad del tallo fuera de la tierra y la otra mitad bien sumergida.

Al cabo de un mes, tu planta medirá unos 25 cm y tendrá sus primeras hojas. Durante este tiempo, puedes podar los pequeños brotes que salen de la parte superior de la planta para estimular su crecimiento. Te recomendamos que lo hagas una vez al año, a principios de primavera.

Para estimular el crecimiento de tu planta, riégala con regularidad. Si las hojas amarillean, es señal de exceso de humedad. Si, por el contrario, se vuelven marrones, es que les falta agua.

Recomiendo abonar la planta al menos dos veces al año.

Si todo va bien, la planta puede tardar entre 3 y 5 años en dar sus primeros frutos.