Las cortinas son un complemento de decoración imprescindible para el hogar . Además de garantizar la privacidad, protegen de la luz y el calor. Pero estas son sólo las funciones principales. Estos complementos de decoración ayudan a dar un toque de elegancia y encanto a cualquier ambiente, aportándole color y personalidad.
Pueden estar fabricados de diferentes materiales , como algodón, lino, seda o poliéster, y están disponibles en una amplia gama de colores y estampados para adaptarse a diversos estilos de decoración del hogar. Las cortinas se pueden fruncir, doblar o simplemente colgar sin drapear.
El único inconveniente es que, al ser de tela, suelen absorber todos los olores de la casa. Evidentemente, la mejor forma de limpiarlos e higienizarlos es lavarlos periódicamente. Pero si los has lavado y al poco tiempo vuelven a oler mal, puedes utilizar el método del cuenco .
Cómo utilizar el método del cuenco
Todo lo que necesitas para implementar este método tan sencillo es un bol y un poco de vinagre . Llena el recipiente con vinagre y colócalo donde pretendes desodorizar. Déjalo ahí toda la noche.
El vinagre es útil para neutralizar los malos olores porque es ácido y por tanto reacciona químicamente con compuestos olorosos. En este proceso, el ácido del vinagre neutraliza las sustancias volátiles que emiten malos olores, reduciendo su concentración en el aire y haciéndolos menos perceptibles.
Además, el ácido del vinagre crea un ambiente hostil para el crecimiento de bacterias y hongos que causan olores , lo que ayuda a prevenir la formación de otros nuevos. Finalmente, el vinagre tiene su propio olor fuerte y acre , que puede cubrir temporalmente los malos olores, haciéndolos menos intrusivos.
Tras realizar este sencillo gesto, la cortina volverá a oler y la habitación tendrá un agradable aroma fresco. Si quieres un aroma diferente, también puedes agregar al vinagre un aceite esencial o limón