No hace falta invertir en productos caros para hacer el trabajo. Si quieres resultados impecables, sólo hay un ingrediente: la sal. Este producto natural y versátil te da muchas opciones para disfrutarlo de diferentes maneras. Arremángate y veamos cómo sacar partido a la sal.
Manchas de óxido
Deshazte de las manchas de óxido en un santiamén mezclando sal con zumo de limón o vinagre. Cuando la mancha esté completamente seca, aplica la mezcla de zumo de limón y sal o vinagre y sal sobre la mancha. Déjala actuar unos treinta minutos. A continuación, límpiala con un paño o una esponja. Si es necesario, aclara la prenda para obtener mejores resultados.
Acumulación de cal
La combinación armoniosa de productos naturales que puedes encontrar a diario a precios asequibles puede producir resultados impresionantes. Es el caso de la sal y el limón para eliminar la cal. Utiliza medio limón espolvoreado con sal en la alcachofa de la ducha o en el fregadero de la cocina. Frota las superficies afectadas con el limón. Este método es perfecto para superficies de cobre o cromo.
Manchas de sudor
No hay nada más desagradable que mancharse la ropa de sudor. Afortunadamente, se pueden eliminar en un santiamén con agua caliente y un poco de sal. Para ello, mezcla cuatro cucharadas de sal con un litro de agua caliente y sumerge la prenda en ella. A continuación, aclárala y lávala como de costumbre.
Tabla de cortar
Con el tiempo, las tablas de cortar acumulan suciedad y bacterias. Como no se pueden meter en el lavavajillas, puede resultar más difícil limpiarlas. Afortunadamente, la sal está ahí para solucionar el problema. Basta con espolvorear la tabla con sal y frotarla con medio limón. Este truco eliminará las manchas a la vez que desinfecta tu utensilio de cocina.
Desagües atascados
Si tienes problemas de desagües atascados, utiliza sal en lugar de productos caros. Vierte sal por el desagüe y añade abundante agua caliente. Después de unos minutos, ¡los atascos desaparecerán!
Manchas de té o café
¿Tus tazas están manchadas de café o té? Utiliza sal para dejarlas como nuevas. Coge un paño húmedo y ponle un poco de sal. Frota enérgicamente las manchas. Tendrás las tazas impecables en un santiamén.