Puede que sea un truco de locos, pero utilizar aspirinas en la lavadora ayuda a que tu ropa quede tan limpia y blanca como antes.
Durante el proceso de lavado, a veces la ropa puede quedar manchada a pesar de las distintas fases de lavado y del uso de varios detergentes.
La solución a este problema puede ser una simple aspirina. Utilizando estas pastillas, puede hacer que su ropa parezca nueva de una forma inesperada.
La aspirina puede disolver hasta las manchas más difíciles
Al introducir la pastilla de aspirina en la lavadora, te sorprenderá ver tu ropa tan nueva, blanca y brillante como si la acabaras de comprar. Pero, ¿cómo funciona realmente este proceso de limpieza de la ropa a base de aspirina?
La aspirina contiene extractos de la planta del sauce que pueden limpiar la ropa sin dañar las fibras. En cambio, si utilizas demasiados productos químicos y detergentes, puedes acabar estropeando la ropa.
Y no subestimes el enorme ahorro que puedes conseguir utilizando aspirina. La aspirina cuesta mucho menos que el detergente. Además, ofrece resultados sorprendentes sin gastar una fortuna. Para utilizarla, puedes elegir entre dos métodos: usar la pastilla al lavar a mano o en la lavadora.
Utiliza la pastilla de aspirina sólo en la ropa blanca
Utilizar la aspirina es cualquier cosa menos complicado. Basta con introducirla en la lavadora y comprobar que se disuelve correctamente antes de iniciar el lavado.
Para lavar a mano, necesitas 5 pastillas de 325 miligramos cada una para disolverlas en 7 litros de agua caliente. De nuevo, espere hasta que las pastillas se hayan disuelto por completo. Para facilitar el proceso, puede romper las pastillas antes de sumergirlas en el agua caliente.
A continuación, deja la ropa manchada en remojo toda la noche en la solución de agua aspirada. Por la mañana, notarás lo limpia y brillante que ha vuelto a quedar tu ropa.
Pero atención: este truco a base de aspirinas sólo es eficaz con la ropa blanca. La aspirina no puede eliminar las manchas de sangre. Si la utilizas, puedes incluso empeorar la situación al hacerlas más difíciles de quitar.