Cómo y cuándo lavar mantas de lana.

Por mucho que sean objetivamente apreciables, las mantas de lana tienden a crear algunos problemas en el proceso de limpieza. De hecho, si se tratan incorrectamente, tenderán a perder su consistencia habitual. ¿Pero sabes lo que es paradójico? Que, al menos en este caso, la clave del éxito es hacer lo menos posible.

La limpieza no es necesario realizarla todos los años, ya que el material, es decir, la lana, con el que están fabricados elimina la suciedad de forma natural, sin necesidad de utilizar detergentes. La única precaución que podemos darte al respecto es ventilar con buena periodicidad.

Mantas de lana: con qué frecuencia se deben lavar y con qué frecuencia

Manta de lana blanca y azul.

Pero vayamos ahora al meollo de la cuestión, es decir, al tratamiento a realizar. ¿Cuál será la técnica correcta a poner en práctica? ¡Pues ese es el propósito del artículo que tienes ante tus ojos!

En los siguientes párrafos explicaremos, paso a paso, el procedimiento correcto a implementar, libre de riesgos. Al final comprobarás la validez por ti mismo y quedarás muy satisfecho.

Cubiertas

Antes de entrar en detalles, es obligada una aclaración: lee las etiquetas. El fabricante debe proporcionar indicaciones sobre el tipo correcto de lavado a realizar, relacionándose también con la temperatura del agua y el tipo de jabón.

manta de lana

Empieza llenando un recipiente bastante grande, como una bañera . Llénelo con agua tibia y agregue un poco de jabón suave o un detergente suave . Sumerge la manta por completo y déjala pasar un par de horas antes de enjuagar. Cambia el agua por una limpia y – te recomiendo – evita escurrir, de lo contrario correrás un fuerte riesgo de arruinar todo el trabajo.

Luego, vacía la tina y espera de dos a tres horas para que deje de gotear . Por último, dejar secar al aire libre, sin exponerlo directamente a la luz solar, de lo contrario los colores originales podrían pasar factura.