
medida que se acerca el verano, pasamos más tiempo al aire libre disfrutando de nuestros espacios exteriores, como jardines y balcones. Esto significa dedicar un poco más de tiempo a limpiar los muebles, como las sillas de resina blanca o los tendederos, que son propensos a acumular suciedad y manchas visibles si se descuidan durante mucho tiempo. Quizás usted haya probado varios productos disponibles comercialmente, atraído por las promesas vacías de las empresas fabricantes. ¿La respuesta? ¡El jabón amarillo !
Jabón amarillo: Cómo usarlo para limpiar sillas blancas y tendederos

Estamos de acuerdo: la situación corre el riesgo de volverse muy desagradable. Gastas y terminas sin nada: perder los estribos es algo natural. Permítame, sin embargo, recomendarle un método inusual, pero capaz de llevarlo directamente al objetivo. ¿Alguien te ha hablado alguna vez del jabón de algas ? En ese caso, es una verdadera lástima. Porque este suave jabón de potasio para ropa puede marcar la diferencia. Y si sigues el consejo al pie de la letra, tú mismo estarás de acuerdo.

Antes de usarlo quizás te preguntes por qué, entre los distintos productos disponibles en el mercado, te sugerimos el jabón de algas. Hay muchas razones, empezando por su versatilidad , gracias a su suave consistencia. Elaborado con ingredientes biodegradables, es amigable con el medio ambiente y no contamina . Ante el cambio climático que todos sufrimos hoy en día, es hora de cambiar nuestra actitud hacia el medio ambiente. Si no lo hacemos, puede que nos arrepintamos amargamente de ello.
Otro punto fuerte del jabón de algas es su asequibilidad : una pastilla dura mucho tiempo; Por lo tanto, le permite mantener los gastos bajo control. Utilizable y con el que eliminarás fácilmente suciedad, manchas e incrustaciones.

Comience a limpiar sillas y tendederos de resina quitando la capa superficial de polvo con un paño suave y seco. Esto le ayudará a evitar rayar superficies delicadas y facilitará la eliminación de manchas más difíciles.
Tome un pequeño trozo de jabón de algas y aplíquelo en la zona afectada. Frote sin exagerar con una esponja con un lado abrasivo no oscuro, ¡de lo contrario corre el riesgo de transferir el color a las sillas! Una vez que el jabón haya actuado, enjuague bien con agua. Para un tratamiento aún mejor, prepare una solución de partes iguales de agua y vinagre.