os días sombríos y las bajas temperaturas impiden colgar la ropa recién lavada en el balcón. Es uno de los desequilibrios de la temporada de frío, que inevitablemente complica nuestros planes. No tenemos todo el tiempo para esperar a que se seque así que tenemos una idea: poner la ropa en los radiadores …
Especialmente cuando en el exterior el sol parece no querer salir, la idea tiene absolutamente su razón. Envueltos en calidez, experimentamos sensaciones realmente placenteras, perfectas para darnos un poco de alivio. Sin embargo, existe una contraindicación y pretender lo contrario sería como negar la evidencia.
Colocar la ropa sobre los radiadores tiene principalmente un inconveniente: el posible olor desagradable a humedad que emana de la habitación. Si ya lo has experimentado, sabrás que, a la larga, ¡la ligera molestia que sientes al principio se vuelve realmente insoportable! Realmente no puedes soportarlo más y pagarías millones para solucionar el problema. ¿Y sabes lo que hay? Para que desaparezca ni siquiera es necesario recurrir a soluciones tan elaboradas.
El método para secar la ropa en radiadores sin provocar malos olores
Pero para entenderlo, demos un paso atrás. Es decir, veamos cuáles son los motivos detrás del malestar. El enemigo número uno en estas ocasiones lo encontramos en la humedad que se crea en la casa. En este sentido, hazte con un deshumidificador sencillo , de esos que suelen venderse en la tienda de la esquina o en un centro comercial.
Una segunda posibilidad es la creación de acumulaciones de suciedad y moho en la lavadora. Si fuera así, se transferirían olores desagradables a la ropa: ¡de mal en peor! Recuerda lavar el aparato al menos una vez al mes. Realizar un ciclo de centrifugado más intenso, para expulsar mayor cantidad de agua y acelerar el secado de los tejidos. Piensa previamente en ventilar bien las habitaciones. Limpiar los radiadores con cuidado , quitarles el polvo diariamente y lavarlos sistemáticamente con agua y jabón de Marsella.
