Durante las fiestas, cocinas casi todos los días y tus fogones se ensucian mucho y se incrustan de restos de comida y llamas.
Para que vuelvan a brillar, sólo tienes que utilizar los remedios adecuados y verás que limpiarlas te llevará sólo unos minutos.
Hoy te voy a desvelar algunos trucos naturales para renovar tus fogones sucios después de una larga sesión de cocina.
Jabón amarillo
¿Usas jabón amarillo a diario pero sólo en tu lavadora? Pues también puedes aprovechar las propiedades beneficiosas de este producto en tu cocina.
Es un excelente desengrasante para eliminar hasta las manchas más difíciles.
Para ello, mezcla una cucharada de jabón con un poco de bicarbonato sódico. Extiende el producto sobre una esponja o un cepillo de dientes y frota enérgicamente las zonas sucias. Déjalo actuar durante 10 minutos y aclara generosamente con agua tibia.
Y ahora, ¡mira los resultados!
Ácido cítrico
El ácido cítrico es un producto que puede hacer milagros en la lavadora. Pero lo que no sabes es que te van a encantar sus propiedades.
El ácido cítrico es un potente desincrustante natural que puedes utilizar para limpiar tu cocina, especialmente los fogones sucios.
Para ello, disuelve 150 gramos de este producto en 1 litro de agua. Introduce la mezcla en un pulverizador y rocía generosamente la cocina.
Deja reposar durante 1 hora o más y frota con una esponja. Por último, aclara y tendrás una cocina perfectamente brillante.
Vinagre
El vinagre es uno de los remedios naturales más eficaces para dejar la cocina como nueva. Este producto de uso doméstico es muy utilizado en la cocina para abrillantar el acero y eliminar las manchas de cal del fregadero.
Si quieres utilizarlo en tu cocina, prepara 2 vasos de vinagre en agua caliente y utiliza la solución resultante para limpiar tu cocina.
Limón
Cuando tu placa de cocción esté sucia e incrustada, puedes utilizar un limón.
Corta un limón por la mitad, coge la mitad y frótala directamente sobre la zona sucia como si fuera una esponja natural. A continuación, espolvorea un poco de bicarbonato sódico por encima. Después, vuelve a frotar y saldrá el brillo.
También puedes calentar un poco de agua con 1 vaso de zumo de limón. Apaga el fuego y sumerge las piezas de tu placa en esta solución caliente. Pasadas 3 horas, aclara y listo.