¿Cómo se mete la ropa en la maleta para que luzca lo mejor posible sin arrugarse?

Cuando llegas a tu destino de vacaciones, no siempre esperas encontrar tu ropa arrugada y en mal estado al abrir la maleta.

Sin embargo, esto suele ocurrir si no utilizas los métodos correctos a la hora de doblar la ropa.

Afortunadamente, puedes evitar esta molesta situación con estas ingeniosas técnicas que te evitarán tener la ropa arrugada durante tu estancia.

A continuación te explicamos cómo organizar la ropa en la maleta para que esté ordenada y sin arrugas cuando llegues a tu destino.

Elegir bien la maleta

Lo primero que hay que hacer es elegir la maleta adecuada para evitar arrugas y pliegues en la ropa. Para ello, elige una maleta rígida o semirrígida con excelentes sistemas de cierre y compresión.

Las maletas rígidas ofrecen una gran protección para tu ropa cuando te desplazas. Y si las maletas tienen un sistema de compresión, se reducirá el espacio necesario para mantener la ropa en su sitio.

Sea cual sea el modelo que elijas, lo más importante es que la ropa permanezca en su sitio para evitar que se arrugue.

Plegar o enrollar la ropa

A la hora de hacer la maleta, puedes elegir entre doblar o enrollar la ropa. Muchas personas optan por enrollar la ropa porque esta técnica reduce las arrugas a la vez que crea uniformidad en la maleta. Además, ocupa muy poco espacio en comparación con la ropa doblada.

Sin embargo, no existe una regla universal y depende de la cantidad de ropa que lleves. Lo único que hay que hacer es mantener la ropa en su sitio para evitar que se arrugue.

Organizar la ropa por tipos

Para evitar que se formen arrugas, ¿por qué no organizar la ropa por tipo y ocasión? Se trata de juntar prendas idénticas y separar la ropa formal de la informal.

Así podrás localizar la ropa que necesitas sin tener que deshacer toda la maleta.

Utiliza bolsas para la ropa

Para organizar mejor la ropa en la maleta, te recomendamos que utilices bolsas de tela o bolsas para la ropa sucia. Para ello, ordena tu ropa y métela en bolsas diferentes según el tipo de prenda. Por ejemplo: camisas, pantalones, camisetas, ropa interior y accesorios.

Es la mejor manera de conservar la ropa y evitar arrugas o accidentes.