¿Cómo se enfrían los abrigos gruesos antes de guardarlos definitivamente?

La primavera está en pleno apogeo y es hora de renovar el armario.

Despídete de la ropa pesada, oscura y abrigada y deja paso a prendas ligeras y coloridas para los días soleados.

Pero antes de guardar la ropa de invierno, hay que refrescarla para que no huela mal. Esto se aplica especialmente a los abrigos y otras prendas de abrigo que se llevan durante todo el invierno.

Descubre hoy los mejores trucos para refrescar los abrigos antes de guardarlos definitivamente en el armario.

Lavar en seco

Si quieres que tus abrigos luzcan como nuevos, puedes optar por la limpieza en seco. Este método es adecuado para los abrigos que no están muy sucios o que no tienen manchas difíciles.

Para esta operación de limpieza en profundidad, necesitarás bicarbonato de sodio. Es un ingrediente excepcional que se utiliza mucho en la lavadora, por lo que también sirve para la limpieza en seco.

Para utilizarlo, basta con extender este polvo blanco sobre los abrigos y dejarlo actuar durante 30 minutos. Transcurrido este tiempo, retírelo pasando un paño de microfibra húmedo y escurrido.

Jabón de Marsella

El jabón de Marsella es otro producto natural capaz de eliminar las manchas, el sudor y el olor a humedad de los abrigos.

Para aprovechar al máximo este producto, haz una mezcla con 500 ml de agua y 1 cucharada de jabón rallado. Mézclalo bien y empapa un paño en la solución. Exprima el agua y páselo enérgicamente por la superficie de los abrigos, prestando especial atención a las manchas difíciles.

Déjalo secar al aire libre para evitar malos olores. Cuando los abrigos estén secos, olerán bien y podrán guardarse en el armario hasta la próxima temporada de invierno.

Limón

Si quieres refrescar tus abrigos con un toque cítrico, nada mejor que el limón. Este ingrediente natural se utiliza a diario para preparar una gran variedad de remedios naturales para el hogar y el cuidado corporal.

Para utilizarlo para refrescar los abrigos, coge un paño limpio y húmedo y exprime el zumo directamente sobre el paño. A continuación, utilícelo para frotar los abrigos. A continuación, déjalo secar al sol, asegurándote de que no queden marcas.

Una vez secos, los abrigos tendrán un fresco aroma a cítricos.