Cuando llega el invierno, muchas plantas tiemblan de frío. Durante esta estación, muchas plantas empiezan a ralentizar su actividad vegetativa al entrar en la fase de reposo vegetativo.
Es el caso de la orquídea phalaenopsis, que sigue siendo la variedad más extendida y vendida en floristerías e incluso supermercados.
Cuando hace frío, esta planta deja de florecer, pierde sus flores y sólo queda su follaje básico. Se trata de un fenómeno perfectamente normal que no terminará hasta el final de la próxima primavera.
Mientras tanto, no debe descuidar el cuidado de su orquídea. Puedes cuidarla adecuadamente para que esté protegida del frío y se mantenga sana hasta la próxima temporada de verano.
Limpiar las hojas
Después de la floración, las flores de tu planta se caen una a una. Para que tu planta sea un placer para la vista, mantén las hojas sanas y frondosas durante todo el invierno.
Para ello, límpielas con este sencillo método. Prepare una solución mezclando 200 ml de agua y unos copos de jabón de Marsella de unos 20 gramos. A continuación, coge unos algodones y empápalos en la mezcla. Páselos suavemente por la parte inferior y superior de su orquídea.
Realice esta operación de limpieza una vez cada dos semanas para evitar que el polvo se acumule en la superficie de las hojas.
Regar la tierra
Cuando hace frío, las plantas necesitan menos agua. Esto también se aplica a las orquídeas. Si tiene alguna en casa, evite regarla más de una vez a la semana.
De hecho, hay que mantener la tierra un poco húmeda durante el invierno. Si la humedad es demasiado alta, se corre el riesgo de asfixiar las raíces y de que la orquídea se pudra.
Y no olvides trasplantar la planta al menos una vez al año, a principios de primavera.
Protege la planta del calor de estufas y radiadores
Durante el invierno, debe mantener su orquídea alejada de fuentes de calor artificial como chimeneas, radiadores y estufas. Es una precaución que debe tomar si quiere que su orquídea florezca durante los largos meses de invierno.
Estas fuentes de calor secan el aire ambiente. Esto puede dañar a las orquídeas, que aprecian mucho la humedad.
