La albahaca es la planta estrella del verano. Se puede cultivar prácticamente en cualquier sitio, tanto en macetas como en el jardín. Si quieres tener una albahaca exuberante y llena de hojas durante todo el verano, debes tener en cuenta estos prácticos consejos.
Ya se utilice en ensaladas, platos cocinados o pesto, la albahaca es la hierba estrella de los platos veraniegos. Al tratarse de una planta anual, es perfectamente posible alargar su vida para disfrutarla al máximo durante todo el año.
Anthony Fournier, de la empresa de Montpellier “De la graine au jardin” (De la semilla al jardín), le da algunos consejos para conseguirlo.
A la albahaca le gusta una buena exposición al sol
La albahaca es una planta aromática a la que le encanta la luz del sol. Sin embargo, Anthony Fournier señala que esta planta también aprecia la media sombra. Explica: “Por media sombra, entendemos que se beneficia de pleno sol temporalmente durante el día. La albahaca sólo necesita unas horas al día para desarrollarse”.
Elegir bien el suelo y la frecuencia de riego
La albahaca puede cultivarse en macetas o en el suelo. Sin embargo, hay que elegir el lugar adecuado para cultivarla. Anthony Fournier explica que: “Lo ideal es elegir una tierra rica y ligera, compuesta por compost para macetas, y mantenerla fresca en todo momento. Sin embargo, hay que tener cuidado de no regar demasiado la albahaca, ya que esto podría provocar la pudrición irreversible de la planta”.
En cuanto al riego, hay que ser un buen observador: “Una gran ventaja de la albahaca es que te indica cuándo tiene sed: sus hojas, sobre todo las más jóvenes de los extremos, adoptarán entonces un aspecto postrado y caído, señal de que la planta ya no puede obtener suficiente agua. Es el momento de regar.
He aquí el consejo de Anthony Fournier: “Instale una Oya® en su jardinera, maceta o en el suelo” para garantizar un alto nivel de humedad.
Vigila el frío y la floración
Dependiendo de dónde vivas, y si tienes albahaca cuando ya ha terminado la temporada de verano, ten cuidado con las bajadas bruscas de temperatura. Si el mercurio desciende por debajo de 10 grados por la noche, hay que meter la planta en casa, ya que el frío puede quemar las hojas de la albahaca.
En cuanto a las flores: “Para mantenerla en flor más tiempo, lo mejor es no dejarla florecer. Para ello, puedes pinzar (podar) los extremos de los tallos. Esto impedirá la floración y hará que el follaje del resto de la planta sea más denso”.