¿Cómo puedo conseguir que mi casa esté limpia y reluciente con el método mapping?

Limpiar la casa es algo que hay que hacer casi todos los días. Siempre hay suciedad en el dormitorio, la cocina y el baño.

Para que este trabajo sea más fácil y menos cansado, hay que utilizar los métodos adecuados. Es el caso de la técnica del mapping, que puede dar un vuelco a tu rutina de limpieza.

¿Cuánto tiempo se tarda en limpiar?

El tiempo necesario para limpiar depende de varios factores. El tamaño de la casa, el nivel de desorden y la cantidad de suciedad influyen en el tiempo necesario. Sin embargo, si tiene el plan de limpieza adecuado, puede dedicar menos tiempo a esta tarea.

Por lo general, es necesario dedicar unas horas al día para tener la casa perfectamente ordenada. Sin embargo, si estás desesperadamente falto de tiempo porque tienes otras cosas que hacer, hay otras técnicas más rápidas y eficaces.

Una casa limpia y ordenada: ¡prueba el truco del mapping!

Poca gente sabe que existe un método que puede simplificar las tareas domésticas diarias: el truco del mapa. Se trata de una estrategia eficaz para saber qué cosas hay que limpiar en el momento adecuado y no perder tiempo.

Lo primero que hay que hacer es reservar un tiempo determinado para limpiar y no hacer nada más. Para ello, planifique su programa con antelación.

El método del mapa consiste en limpiar una habitación entera, de arriba abajo y de izquierda a derecha. Hay que empezar por las zonas altas, como las esquinas del techo o las lámparas de araña, antes de pasar a los zócalos. De este modo, el polvo que caiga del techo se limpiará solo cuando laves el suelo.

Una vez que hayas limpiado de arriba abajo, muévete de izquierda a derecha, limpiando todas las superficies. También puedes utilizar este método junto con otras técnicas, como la de las cinco cosas, que consiste en gestionar adecuadamente los residuos, la ropa sucia, la vajilla, los objetos con un lugar específico y los objetos sin lugar.

Cuando hayas terminado de limpiar una habitación, retira los restos de polvo y suciedad y pasa a la siguiente. Si sigues el sistema de mapas al pie de la letra, puedes estar seguro de que todo queda bien limpio, incluidos los pequeños recovecos.