Este mes de septiembre, las plantas vuelven a la vida tras un periodo de intenso calor. Para ello, es necesario que cuide bien de sus orquídeas para que puedan hacer frente a las nuevas temperaturas.
Para que su orquídea Phalaenopsis siga produciendo flores, debe tener en cuenta ciertos factores.
En este artículo, le daremos algunos valiosos consejos para cuidar de su orquídea este mes de septiembre. ¡Pronto verá que vuelve a florecer!
Coloca la planta con buena luz
Cuando los días se acortan, la intensidad de la luz también cambia. Sin embargo, su orquídea Phalaenopsis necesita un lugar luminoso con luz tenue.
Si durante el verano protegió sus plantas de la luz solar directa, en septiembre deberá empezar a exponerlas a una luz más intensa.
Lo ideal es colocar su orquídea frente a una ventana orientada al sur para que reciba una buena dosis de luz y evitar al mismo tiempo las quemaduras solares, que pueden quemar las hojas.
Aumente la humedad
Septiembre es un mes de temperaturas muy variables. Por ello, debe estabilizar el entorno de su orquídea. Esto significa que, durante el día, las temperaturas deben oscilar entre los 21 y los 27 °C en casa. En cuanto a la humedad, debe oscilar entre el 50 y el 70% para que crezcan sanas.
También puedes utilizar un humidificador para obtener resultados rápidos.
Ajustar el riego
Cuando las temperaturas empiezan a bajar, hay que regular la frecuencia de riego. Sólo debe regar su orquídea cuando las raíces se pongan grises.
En septiembre, la frecuencia de riego disminuye gradualmente en comparación con los meses más cálidos.
Equilibrar la fertilización
A medida que su orquídea se prepara para el invierno, su crecimiento se ralentizará. Para ello, debe ajustar la frecuencia de fertilización.
En septiembre, abone su planta con un fertilizante equilibrado para orquídeas una vez al mes. Puedes diluir el abono hasta una cuarta parte de la dosis para evitar que las raíces se quemen.
Evaluación de los signos de estrés
Incluya en su rutina la inspección de las orquídeas en busca de flores marchitas u hojas amarillentas. Debe retirarlas inmediatamente para concentrar su energía en el crecimiento de nuevos brotes.
Si observa que la planta ha crecido demasiado, trasplántela. No olvides comprobar si hay algún signo de enfermedad o parásitos.