¿Te vas de viaje de negocios y no quieres quedarte con la ropa arrugada al llegar? A continuación te explicamos cómo evitar la ropa arrugada.
Cuando hagas la maleta, no debes doblar la ropa de cualquier manera. Para evitar la ropa arrugada, hay que hacer bien la maleta y mantener la ropa ordenada.
Cuando se viaja un fin de semana con la familia o por trabajo, siempre hay que hacer una maleta con la ropa que se necesita. Para ello, se amontonan unas encima de otras en la maleta. Y cuando llegas, a menudo te llevas la sorpresa de encontrar la ropa totalmente arrugada porque se ha movido mucho en la maleta.
Para no tener que planchar la ropa durante los desplazamientos y eliminar las arrugas, hay que hacer bien la maleta.
Para ello, los expertos recomiendan doblar la ropa con cuidado, colocando las prendas menos frágiles en el fondo de la maleta, sobre todo chaquetas y pantalones. De este modo, no aplastarán los tejidos más finos.
Enrolla la ropa
Para evitar que se formen arrugas en la ropa, prueba a enrollarla. Este método ahorra mucho espacio y mantiene a salvo todas tus pertenencias.
Para ello, sólo tienes que extender la ropa sobre una superficie plana. Dobla las mangas de las camisetas y las perneras de los pantalones hacia dentro. A continuación, enrolla suavemente la parte inferior de la prenda a lo largo. A continuación, enrolle la prenda con fuerza.
Coloca todas las prendas enrolladas en tu maleta, asegurándote de que no queden agujeros. Si es necesario, puedes rellenar los huecos con pares de calcetines. Si la ropa está bien empaquetada, no verás ninguna arruga cuando llegues.
Haz un solo bloque de ropa
Para evitar que la ropa se arrugue cuando viajes, utiliza el truco del “fajo de ropa”. Consiste en formar un único bloque con toda la ropa. Es una forma rápida y sencilla de ahorrar mucho espacio en la maleta.
Según la explicación de la revista Au Féminin, tienes que colocar toda la ropa plana, una encima de otra, directamente en la maleta. Luego, cuando tengas una pila de ropa ordenada, dobla todos los extremos.
Para que este truco funcione a la perfección, coloca la ropa menos delicada en el interior y las prendas frágiles, como vestidos o camisas, en el exterior.