En el ámbito de la limpieza del hogar, si hay una tarea doméstica realmente tediosa y pesada de realizar, ésa es sin duda la limpieza del horno.
En el interior de nuestro horno, la grasa incrustada y otros restos de comida se acumulan y, con el tiempo, se endurecen hasta tal punto que resulta prácticamente imposible eliminarlos sin utilizar un producto específico.
El problema es que la mayoría de estos productos están cargados de productos químicos y son realmente agresivos. Aunque son eficaces contra la suciedad, son perjudiciales para la salud y existe el riesgo de que acaben en los alimentos.
En este artículo te proponemos un método que es una buena alternativa a los productos desengrasantes y de limpieza del horno. Sigue leyendo para saber en qué consiste.
Para poner en práctica el método, necesitamos una olla apta para cocinar en el horno. Se trata de ollas que soportan temperaturas muy altas, casi siempre de cerámica, esteatita, hierro fundido o acero inoxidable.
Llenamos la olla con agua, luego vertemos medio vaso de vinagre y el zumo de un limón. El vapor de esta solución ayudará a desglasar el horno y a neutralizar los malos olores.
Pon el horno a 250 grados, introduce la olla y déjala durante 30 minutos.
Inmediatamente después, apaga el horno y deja que se enfríe. Antes de que se enfríe del todo, con cuidado de no quemarse, utilice un paño o una esponja para eliminar todos los residuos, que se desprenderán fácilmente.