La plata es un elemento muy presente en el hogar, tanto en forma de joyas para lucir como de complementos y adornos para el hogar, como cubiertos, candelabros o marcos.
El mayor problema que afecta a los productos fabricados en plata es que, con el tiempo, tienden a oxidarse provocando la aparición de antiestéticas manchas negras en ellos. Esta oxidación es provocada por el sulfuro de plata que se forma cuando este metal entra en contacto con el oxígeno.
A la larga, la oxidación puede dañar nuestros objetos y es precisamente por ello que es importante realizar una limpieza periódica, no sólo para mantenerlos limpios y brillantes, sino también para evitar que se estropeen rápidamente. Existen muchos métodos y productos en el mercado para limpiar y pulir la plata, pero no todos saben que se puede hacer simplemente usando bicarbonato de sodio.
Gracias a este ingrediente sencillo y económico tendremos la posibilidad de devolver nuestros objetos de plata a las glorias del pasado, higienizándolos y dejándolos absolutamente brillantes. Existen diversas técnicas para utilizar el bicarbonato de sodio en este campo y obtener excelentes resultados y hoy hemos decidido proponerte algunas de las más efectivas.
1. Bicarbonato de sodio y agua tibia
Para implementar este método necesitaremos un recipiente lo suficientemente grande, bicarbonato de sodio , papel de aluminio y agua caliente. Lo primero que haremos será tapar el recipiente con papel de aluminio; Luego vierte el bicarbonato de sodio y el agua caliente en su interior para que los dos ingredientes logren mezclarse por completo.
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Una vez hecha la mezcla, introduce todos los objetos de plata en su interior, mézclalos con una cuchara de madera y deja actuar hasta que queden bien brillantes.
2. Bicarbonato de sodio y vinagre blanco
La combinación de bicarbonato de sodio y vinagre blanco es capaz de ofrecer una potente acción desengrasante y blanqueadora, por lo que es perfecta para limpiar lo mejor posible los productos de plata.
Lo único que necesitas hacer es mezclar los dos ingredientes en un bol y colocar los accesorios dentro. Si los adornos son demasiado grandes y voluminosos, puedes humedecerlos con ayuda de un paño suave no abrasivo o una esponja. Tras dejarlo actuar unos minutos, limpiar con un paño de microfibra seco.
3. Bicarbonato de sodio y sal
Este es un procedimiento para utilizar especialmente en objetos que llevan mucho tiempo sin ser tratados ya que es un poco más agresivo que los anteriores. Lo único que tenemos que hacer es mezclar el agua caliente con el bicarbonato y la sal, dejando que se disuelvan bien todos los ingredientes.
En este punto solo queda introducir los productos a limpiar dentro del recipiente y dejarlos en remojo durante aproximadamente una hora antes de proceder a secarlos con un paño limpio y seco.