Las orquídeas Phalaenopsis tienen raíces que crecen dentro de la maceta y a veces fuera de ella.
Las raíces del interior de la maceta pueden humedecerse al absorber el agua del riego. En cambio, las raíces situadas por encima del suelo captan la humedad del ambiente y pueden secarse, sobre todo si el nivel de humedad de la casa es bajo.
Pero no hay por qué preocuparse demasiado, ya que lo único que hay que saber es el estado de salud de las raíces y qué tratamientos son necesarios.
En este artículo, descubre qué hacer si ves raíces aéreas secas en tus orquídeas.
¿Por qué están secas las raíces?
La función de las raíces de las orquídeas fuera de la maceta es captar la humedad del ambiente.
En su estado natural, las raíces aéreas pueden absorber mucha humedad, pero en casa, los niveles de humedad son un poco bajos. Como resultado, las raíces aéreas pueden estar secas y de color gris. Sin embargo, no hay de qué preocuparse cuando las veas, sobre todo si riegas tus plantas adecuadamente.
¿Por qué están arrugadas las raíces?
Debes estar seguro de que las raíces secas no están causadas por otros problemas.
De hecho, es posible que las raíces de la maceta estén afectadas por parásitos, quemaduras de abono o podredumbre. Para ello, la planta toma nutrientes de las raíces sanas que crecen fuera de la maceta.
A veces, puede que notes que las raíces se arrugan porque las necesidades de la planta se cubren con sólo 2 ó 3 raíces aéreas. Éstas deben sostener los nutrientes del follaje y las flores. Para ello, corta todos los tallos floridos para evitar que las raíces aéreas se pudran.
Sin embargo, si el problema es el riego, existen algunas soluciones sencillas.
¿Cómo tratar y salvar las raíces aéreas secas?
Para salvar las raíces aéreas secas, puede rociarlas con agua. Esto es muy importante, aunque no tengan mucho tiempo para absorber la humedad.
Cuando riegue las raíces que crecen en la maceta, también debe dejar que las raíces del exterior absorban parte de esta agua.
También puedes tratar las raíces aéreas envolviéndolas en toallas de papel húmedas. Es un método algo más lento que la pulverización directa, pero permite que las raíces absorban lentamente la humedad que necesitan. Poco a poco, volverán a estar sanas y frescas.