El amarilis (Hippeastrum spp.) es una de las plantas bulbosas más espectaculares que puedes tener en casa. Su gran atractivo reside en sus flores enormes, elegantes y de colores intensos —rojo, blanco, rosa o bicolor— que iluminan cualquier rincón. Lo mejor es que puede florecer todos los años, si se cuida correctamente.
A continuación encontrarás una guía completa paso a paso para cultivar amarilis desde el bulbo y lograr que vuelva a florecer temporada tras temporada.
1. Elección del bulbo y preparación inicial
El éxito del amarilis comienza con un buen bulbo.
Elige uno grande, firme y sin signos de moho o daño. Cuanto más grande sea, más flores producirá.
Antes de plantarlo:
- Retira el exceso de tierra seca o raíces muertas.
- Coloca el bulbo en agua templada durante unas 4 horas para reactivarlo (solo la parte inferior, sin cubrir completamente).
2. Cómo plantarlo correctamente
El amarilis prefiere una maceta estrecha y profunda, con drenaje en la base.
Pasos:
- Llena la maceta con una mezcla de tierra fértil, turba y perlita (en proporción 2:1:1).
- Coloca el bulbo dejando un tercio sobresaliendo del sustrato.
- Compacta ligeramente la tierra y riega con moderación.
El exceso de agua puede hacer que el bulbo se pudra, así que asegúrate de que el drenaje sea bueno.
3. Luz, temperatura y ubicación
Durante la fase de crecimiento, el amarilis necesita luz abundante pero indirecta.
Un lugar junto a una ventana orientada al este o al oeste es ideal.
Temperatura ideal: entre 20 y 25 °C durante el día, y no menos de 15 °C por la noche.
Evita corrientes de aire y cambios bruscos de temperatura.
4. Cuidados durante el crecimiento
Una vez plantado, el amarilis suele brotar en 2 a 4 semanas.
Primero aparecerá el tallo floral, seguido de las hojas.
Consejos esenciales:
- Mantén el sustrato ligeramente húmedo, sin encharcar.
- Cuando el tallo alcance unos 20 cm, riega con más frecuencia.
- Añade fertilizante líquido para plantas con flores cada 15 días.
Cuando las flores se abren, gira la maceta cada pocos días para evitar que el tallo se incline hacia la luz.
5. Después de la floración: el secreto para que vuelva a florecer
Este es el momento crucial. Una vez que las flores se marchitan, no tires la planta.
Corta solo los tallos florales marchitos, pero deja las hojas, ya que seguirán alimentando el bulbo mediante la fotosíntesis.
Cuidados post-floración:
- Continúa regando moderadamente y aplicando fertilizante cada 3 semanas.
- Coloca la planta en un lugar luminoso, pero sin sol directo.
- Mantén este ritmo durante todo el verano.
Durante este tiempo, el bulbo se fortalecerá y acumulará energía para la siguiente floración.
6. El período de descanso
Para que el amarilis vuelva a florecer, necesita un período de reposo.
Aproximadamente entre agosto y octubre, deja de regar y permite que las hojas se sequen por completo.
Cuando el follaje esté marchito:
- Corta las hojas a unos 2 cm del bulbo.
- Guarda la maceta en un lugar oscuro, fresco y seco (entre 10 y 15 °C).
- Deja descansar el bulbo entre 8 y 10 semanas.
No lo riegues durante este tiempo.
7. Cómo estimular una nueva floración
Pasado el período de descanso, es momento de “despertar” el bulbo:
- Saca el amarilis del lugar oscuro.
- Riega ligeramente para reactivar el crecimiento.
- Colócalo en un sitio cálido y con buena luz.
En pocas semanas, el tallo floral volverá a brotar, iniciando un nuevo ciclo de floración.
8. Consejos adicionales para mantener un amarilis saludable
- Replantación: cada 2 o 3 años, cambia la tierra y limpia el bulbo.
- División: si aparecen pequeños bulbos junto al principal, puedes separarlos y plantarlos por separado.
- Plagas: vigila la aparición de pulgones o cochinillas. Límpialos con un paño húmedo o jabón potásico.
Resultado final
Con este método, tu amarilis florecerá año tras año con la misma fuerza y belleza.
El secreto está en respetar su ciclo natural: crecimiento, descanso y reactivación.
Siguiendo estos cuidados, podrás disfrutar cada invierno o primavera de esas impresionantes flores que llenan el hogar de color, elegancia y vida.
