Cultivar cerezas en casa puede parecer un reto, pero con paciencia, espacio adecuado y algunos cuidados básicos, es posible disfrutar de este fruto delicioso directamente desde tu jardín o terraza. Tanto si se parte de una semilla como de un árbol joven, el proceso requiere atención al clima, la tierra y el riego.
1. Elegir la variedad adecuada
Existen dos tipos principales de cerezos:
- Cerezos dulces (Prunus avium): ideales para climas templados, necesitan más espacio.
- Cerezos ácidos (Prunus cerasus): más resistentes al frío, adecuados para jardines pequeños.
Es importante elegir una variedad adaptada a tu clima y espacio disponible.
2. Germinar las semillas (si no usas planta joven)
Si decides empezar desde semilla:
- Lava bien las semillas y sécalas.
- Colócalas en un recipiente hermético con un poco de papel húmedo.
- Guarda en el refrigerador durante 8 a 10 semanas (estratificación en frío).
- Luego, siembra en una maceta con tierra rica y buen drenaje.
3. Elegir la ubicación perfecta
Los cerezos necesitan al menos 6 horas diarias de sol directo.
Planta en un lugar protegido del viento, donde la tierra drene bien. Si usas una maceta, debe ser profunda y con agujeros de drenaje.
4. Plantación y primeros cuidados
- Haz un hoyo profundo y coloca la planta o semilla germinada.
- Cubre con tierra suelta y rica en compost.
- Riega con frecuencia, sin encharcar.
- Añade mulch o paja alrededor para conservar la humedad.
5. Riego y fertilización
Durante el primer año, el riego debe ser regular, sobre todo en verano.
Aplica fertilizante orgánico rico en potasio y fósforo en primavera y verano.
Evita el exceso de nitrógeno, ya que favorece el crecimiento de hojas, pero no de frutos.
6. Poda y mantenimiento
Poda ligera a finales del invierno para eliminar ramas débiles y favorecer una estructura fuerte. Esto mejora la aireación y la producción de cerezas en los años siguientes.
7. Floración y cosecha
El árbol suele empezar a florecer entre el segundo y cuarto año.
Las cerezas están listas para cosechar cuando están firmes, brillantes y de color intenso. Se deben recoger con el tallo para que duren más tiempo.