Los zumos de frutas son aliados esenciales de la salud gracias a su abundancia de vitaminas, excelentes para el organismo. Pero para conservar todos los nutrientes de esta bebida, es necesario conservarla adecuadamente.
Descubra en este artículo algunos consejos innegables para conservar sus zumos de frutas frescos y beneficiosos.
Zumo de naranja: tu bebida número uno para la salud
El zumo de naranja fresco es muy rico en vitamina C, antioxidantes y otros nutrientes esenciales. Pero hay que tener cuidado, porque todos estos nutrientes pueden perderse al exponerse a diversos factores.
Si el zumo de naranja se expone al oxígeno durante mucho tiempo, los nutrientes se oxidan y los beneficios de su bebida disminuyen. Así que evita exponer tu zumo al aire durante largos periodos.
Para ello, lo mejor es utilizar un exprimidor cerrado que limite la exposición de la pulpa al aire para conservar las vitaminas y los antioxidantes.
Para preparar tu zumo, elige naranjas de calidad, sobre todo ecológicas. También le aconsejamos que beba rápidamente.
Si lo prepara para un consumo posterior, cubra el zumo y refrigérelo. Cuando el zumo entra en contacto con el aire, pierde su calidad nutricional y su sabor.
Prepare su propio zumo de naranja fresco
Para disfrutar de un zumo saludable, considere la posibilidad de preparar el zumo de naranja en casa. De hecho, el zumo de naranja recién preparado en casa tiene una cantidad más generosa de nutrientes, como la vitamina C, que el zumo de naranja industrial.
La vitamina C es sensible al calor y a la oxidación. Por ello, puede deteriorarse rápidamente en el zumo de naranja embotellado. Además, estos zumos comerciales contienen muchos aditivos, aromas artificiales y azúcar añadido.
También hay que recordar que los zumos industriales se someten a un proceso de pasteurización para prolongar su vida útil. Durante este proceso, es posible que se pierda hasta el 50% de la vitamina, dependiendo del tipo de tratamiento.
¿Qué ocurre con otros zumos de frutas?
Muchos otros zumos de frutas no resisten la oxidación. Por este motivo, conserve los zumos en tarros herméticos para limitar su exposición al aire y al oxígeno.
También debe evitar la exposición directa a la luz, que puede estropear ciertas vitaminas.