Las campanas de cocina son esenciales para filtrar los olores de la cocina y garantizar una calidad del aire interior buena y constante. Está situada justo encima de los fogones y su función es extraer los humos. El filtro es uno de los principales componentes de la campana, ya que atrapa los olores, el humo y las partículas de grasa. En otras palabras, el filtro actúa como un purificador de aire. Por lo tanto, es normal que este componente se obstruya rápidamente, lo que significa que necesita un mantenimiento regular. Sin embargo, tendemos a descuidar esta tarea y acabamos con una campana que no cumple correctamente su función. Descubre este consejo infalible para una limpieza a fondo.
Cómo dejar el filtro de tu campana como nuevo: adiós a la grasa y la suciedad
El primer paso es determinar dónde se encuentra el filtro en la campana. Suele ser una rejilla, y puede adoptar diversas formas. Una vez localizado el filtro, desmóntalo y seguro que verás mucha suciedad y grasa.
Para limpiarlo, necesitarás agua destilada, ácido cítrico y agua caliente. A continuación, sigue estos pasos para limpiarlo:
Coloca el filtro en una bandeja de horno;
Espolvorea sobre él 2 cucharadas de ácido cítrico;
Siga con agua destilada y añada agua muy caliente;
Déjelo durante 30 minutos y aclárelo una vez transcurrido el tiempo;
Secar y volver a montar el filtro.
Vista general de los filtros de campana
Como ya hemos dicho, el filtro absorbe todos los olores que se desprenden durante la cocción. Además, su función es reducir la humedad del ambiente. Esto se debe a que los vapores y gotitas que emanan de la cocción de los alimentos son objeto de condensación que se deposita en paredes y muebles, favoreciendo la formación de moho.
Por último, la campana tiene una función de prevención de incendios accidentales. Reduce la acumulación de grasa en paredes y muebles.