
Muy a menudo los niños, a lo largo del día, parecen inquietos o aburridos, hasta el punto de alterar por completo la rutina de toda la familia.
Los niños pequeños no tienen la capacidad de describir sus emociones y manifestarlas incluso con reacciones exageradas precisamente porque no saben controlarse.

Para intentar cubrir las necesidades de los niños y tratar de calmarlos de alguna manera, es posible utilizar un método como “el tarro de la calma”.
Esta herramienta está inspirada en el método Montessori, el sistema educativo que se basa en la libertad de elección y la orientación natural del niño.

Este objeto muy sencillo tiene la tarea de calmar, calmar y aliviar cualquier estado de ira o frustración en el niño, para devolverlo a un estado de serenidad.
Básicamente este frasco es un recipiente transparente que se puede llenar con agua y brillantina o brillantina, y también puedes agregar colorante alimentario en su interior.

El uso de este frasco de calma es realmente sencillo, una vez que el niño se sienta agitado basta con que observe este recipiente y el movimiento de las brillantinas y diamantes dentro del agua tendrá un efecto hipnótico que empujará al niño a concentrarse y por tanto a calmarse. , porque su atención ya no estará centrada en su estado de ánimo.