El método infalible para limpiar las juntas del suelo. ¡Aquí tienes un truco rápido y natural para blanquear las juntas de azulejos como nunca antes lo habías hecho!
Como muchas mujeres sabrán, limpiar las juntas de los azulejos para devolverles su antiguo esplendor nunca es fácil. Estas zonas de la casa acumulan suciedad fácilmente y eliminarla no es tarea fácil.
Hay muchos productos adecuados para tratar esta zona de la casa, pero si quieres un sistema ecológico, económico y sobre todo eficiente, solo tienes que seguir estas pautas.
Aquí encontrarás todo lo que necesitas para crear un producto casero, perfecto para blanquear la lechada de pisos.
- Harapos
- Bicarbonato
- Vinagre
- Una botella de spray
- Cascada
- un cepillo de dientes
- Un poco de detergente para lavadora
Una vez que tengas todos los elementos necesarios a tu disposición, sigue este procedimiento para que las líneas de lechada de tu hogar vuelvan a brillar. En primer lugar será necesario humedecer las zonas a tratar, por lo que vierte agua directamente sobre el suelo.
Si quieres facilitar esta tarea, puedes llenar cómodamente el pulverizador con agua y mojar más a fondo las zonas a limpiar. Luego de finalizar esta parte del procedimiento, continúa untando puñados de bicarbonato de sodio en las articulaciones.
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Una vez hecho esto, vierte unas gotas de vinagre blanco sobre el bicarbonato de sodio. Los dos elementos reaccionarán inmediatamente entre sí, dando lugar a una reacción química efervescente. Esto servirá para disolver las incrustaciones y al mismo tiempo devolver el blanco original a las juntas.
Para limpiar mejor estas zonas necesitarás utilizar un cepillo de dientes común. Utilízalo para llegar a las distintas zonas de las articulaciones, esparciendo lo mejor que puedas la mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre. Una vez finalizada esta parte, vierte unas gotas de detergente para lavadora directamente sobre el suelo.
También en este caso tendrás que frotar las articulaciones utilizando el cepillo de dientes. El detergente líquido le dará el toque final a tu trabajo y una vez que hayas enjuagado el piso con agua fría, sécalo con el trapo.
Después de este rápido procedimiento tu suelo volverá a brillar y las juntas de las baldosas quedarán tan blancas como el primer día.