Todo lo que necesitas para preparar una solución limpiadora para tu hogar es limón y vinagre blanco. Estos dos sencillos ingredientes mantendrán tu casa limpia y perfumada.
Todos los días hay que mantener la casa limpia. Vivir en una casa limpia puede garantizar que tus días sean cómodos y libres de virus y bacterias.
Para limpiar suelos, muebles y otras superficies del hogar, a menudo tendemos a utilizar los productos industriales que suelen estar a la venta en las tiendas.
Sin embargo, los desengrasantes y limpiadores de bricolaje son la forma más eficaz de dar un lavado de cara a cada rincón de tu casa.
Limpiar la casa: ¡limón y vinagre es todo lo que necesitas para una limpieza impecable!
En los últimos tiempos ha aumentado enormemente el número de productos de limpieza disponibles en supermercados y tiendas.
Así que, en lugar de gastarte una fortuna en ellos, ¿por qué no pruebas a preparar tus propios remedios en casa? Puedes tener en casa productos naturales capaces de limpiar a fondo muebles y estanterías.
Además, con la llegada del buen tiempo, hay que limpiar a fondo la casa para evitar la invasión de insectos.
Para ello, hay que elaborar un limpiador doméstico que higienice la casa y elimine insectos, parásitos y gérmenes. ¿Qué ingredientes necesitas para elaborarlo?
Coge dos limones para pelarlos y pon la cáscara de limón en un tarro sin llenarlo demasiado. A continuación, añade dos vasos de vinagre blanco al tarro. Cierra bien el tarro con la tapa y deja reposar la mezcla durante una semana aproximadamente.
Transcurrido este tiempo, abre el tarro y vierte la mezcla en un pulverizador sin la cáscara de limón.
¿Cómo utilizo este limpiador casero para mantener mi casa limpia?
Antes de empezar a limpiar la casa, tienes que añadir un detergente para suelos a tu limpiador, eligiendo un producto muy perfumado. Para ello, añade un vasito de este producto y otro vasito de agua.
Cierra bien la botella y agítala enérgicamente para mezclar todos los ingredientes. Tras este paso, tu limpiador casero estará listo.
Sólo tienes que pulverizarlo sobre todas las superficies de tu hogar. A continuación, pasa un paño limpio. Con una sola pasada, tendrás las superficies brillantes y perfumadas.