Cáscara de cebolla en las plantas: un viejo truco que revolucionará su jardín | Phénoménal

Al preparar una salsa o un plato, a menudo se retira la piel exterior seca de las cebollas y se tira directamente a la basura. A partir de ahora, si tiene un huerto, evite tirarlas.

Las pieles de cebolla crudas o cocidas tienen propiedades antiinflamatorias, regeneradoras e inmunoestimulantes, no sólo para el organismo sino también para las plantas. Enriquece la tierra y mucho más. Prueba este truco, ¡es fenomenal!

Cáscara de cebolla en las plantas: un antiguo remedio para fortalecerlas

Utilizar cáscaras de cebolla para vigorizar las plantas es un remedio antiguo muy eficaz del que nadie ha oído hablar. Enriquecen la tierra con valiosas sustancias que ayudan a las plantas a crecer sanas. También actúan como fungicida natural.

Puede enterrar las cáscaras secas en la tierra, pero tardarán más en liberar los componentes útiles para el suelo y las plantas. Para beneficiarse inmediatamente de las propiedades regeneradoras de las cáscaras de cebolla, lo mejor es cocinarlas.

Cáscaras de cebolla para cultivar tomates y pepinos

Las pieles de cebolla contienen caroteno, fitoncidas, vitaminas del grupo B y ácido nicotínico. Todas ellas sustancias útiles para el cultivo de hortalizas, especialmente tomates.

Para vigorizar los tomates, prepare una decocción hirviendo las pieles de cebolla y dejándolas enfriar en un lugar fresco durante 2 días. Después de filtrar, diluya el líquido con agua y viértalo sobre la base de cada tomatera. Haga esto con las plantas jóvenes. Repita el procedimiento cuando las plantas hayan producido flores.

La misma preparación se aplica a los pepinos. Riegue el suelo con 3 litros de producto por metro cuadrado. También puede espolvorear la solución sobre las hojas para combatir las enfermedades fúngicas.

Consejos para plantas ornamentales y control de plagas

Para alimentar incluso a las plantas ornamentales, hierva una cantidad de peladuras de cebolla en 8 litros. Ponga el líquido obtenido en una cuba: manténgala cerrada y déjela reposar durante un día. Este líquido se utilizará para regar la tierra en una proporción de 1:5 con agua.

También puedes preparar un producto para combatir las plagas de insectos. Basta con hervir un cubo de peladuras de cebolla en dos cubos de agua y añadir unos trozos de jabón hortícola potásico. Una vez disuelto el jabón, se filtra para obtener un líquido que se puede pulverizar sobre las plantas infestadas una vez a la semana.