Una botella de lejía usada nunca debe tirarse. De hecho, puedes transformarla fácilmente en algo realmente lujoso. Además, el planeta te agradecerá la buena acción que estás llevando a cabo para reducir al máximo los residuos medioambientales.
Botella de lejía: conviértela en un producto de lujo
Entre las soluciones blanqueadoras más temidas, la lejía encabeza la lista. Es especialmente corrosiva y libera sustancias nocivas.
Sin embargo, algunas personas creen que la lejía es insustituible y siguen teniendo la costumbre de comprarla. Si entras en esta categoría, no tires los envases.
En su lugar, piensa en reciclarlos para minimizar el daño causado al medio ambiente.
¿Qué puedes hacer?
Puedes utilizar la botella de lejía para hacer cestas de fruta o un jarrón para flores. Aquí tienes los pasos a seguir:
Lava bien el interior de la botella de lejía;
Corta la botella por la mitad, procurando que los bordes queden nivelados;
Decórala a tu gusto;
Puedes pintar o dibujar líneas.
