

Azúcar, nunca lo agregues a la salsa de tomate: los chefs lo reemplazan por este
El azúcar en la salsa de tomate siempre divide las opiniones de los usuarios, ¡pero realmente no debería añadirse! En su lugar, basta con añadir este ingrediente para disfrutar de una excelente pasta italiana.
Es una de las tradiciones italianas que se transmite de generación en generación. Los recuerdos de abuelas ocupadas en otoño preparando una rica salsa de tomate para disfrutar durante todo el invierno con pasta o platos preparados con mucho cariño. Nunca se debe añadir azúcar entre los ingredientes, sino dejar espacio para otro producto inesperado.
SALSA DE TOMATE DE LA ABUELA, LA TRADICIÓN MADE IN ITALY
Italia es un país lleno de tradiciones y buena comida, como la salsa de tomate que preparaban las abuelas. Las recetas son secretas y siempre hay ese ingrediente extra que marca la diferencia.

La clásica botella con contenido rojo te acompaña durante todo el invierno, acompaña pastas o platos de diversa índole de una región a otra sin distinción. Aunque las conservas son una tradición típica del sur de Italia, también arraigó en el norte y luego transmitió la receta de generación en generación.

Es una práctica laboriosa que ofrece muchas satisfacciones. También es divertido reunir a familias y amigos en un momento de alegría y luego reunirse al final del día para disfrutar de un excelente plato de espaguetis con tomates y albahaca. En resumen, Italia también lo es, y muchos pueblos del mundo envidian estas tradiciones e intentan vivirlas durante las vacaciones.
Sin azúcar en salsa de tomate: así es como
Como ya hemos dicho, cada abuela tiene su receta secreta y el sabor de la salsa de tomate cambia por completo. Comparado con los envasados, no tiene conservantes, agentes químicos ni aditivos, sólo absorbe el sabor de los tomates con un añadido de amor y recuerdos.
En ocasiones puede dejar un regusto amargo que altera el paladar. Algunas personas recomiendan añadir azúcar a la salsa de tomate para endulzar su sabor. Aunque esta es una práctica común, también es un gran error.
Químicamente hablando, los tomates elegidos para la salsa pueden tener un pH entre 3,9 y 4,6. Agregar azúcar significa afectar el sabor, no su acidez.

¿Y ahora qué? Las abuelas añadían una pizca de bicarbonato de sodio para subir el pH y eliminar ese molesto ácido. Esto sólo se debe hacer si la salsa tiene una acidez dominante, de lo contrario basta con dejar que la madre naturaleza mande y añadir la menor cantidad de ingredientes posible.
Como le dijo el chef Bruno Barbieri a un concursante de un episodio de Masterchef, el azúcar combinado con tomates es como Satán, ¡y el chef Antonino Cannavacciuolo estuvo a punto de desmayarse delante de todos!
En resumen, seguir la tradición es bueno, pero no se debe considerar el azúcar combinado con tomates.
