Aquí hay un truco muy extendido en las lavanderías para evitar planchar
En muchas lavanderías profesionales existe un método sencillo y efectivo para reducir significativamente la necesidad de planchar la ropa después del lavado. Este truco, basado en modificar el ciclo de secado y el manejo de las prendas, optimiza la textura y apariencia de los tejidos, facilitando su uso inmediato y mejorando la eficiencia en el cuidado de la ropa.
Resumen rápido
- Categoría: cuidado y mantenimiento de la ropa
- Nivel: fácil
- Utilidad: minimizar arrugas para evitar planchar, ahorrando tiempo y esfuerzo
Explicaciones detalladas
Punto 1:
Evitar el centrifugado excesivo es clave para prevenir arrugas profundas. Muchas lavanderías optan por un centrifugado suave o incluso omiten esta fase en ciertos tejidos delicados, pues un centrifugado fuerte puede generar pliegues difíciles de eliminar. Esta práctica mantiene las fibras en mejor estado, facilitando el secado homogéneo.
Punto 2:
Secado controlado y con tiempo limitado. En lugar de permitir un secado completo, se interrumpe el proceso cuando la ropa aún está ligeramente húmeda. Esto reduce las arrugas al evitar que las fibras se sequen rígidas en posiciones indeseadas. Es importante manipular la ropa con cuidado al retirarla para no crear dobleces innecesarios.
Punto 3:
Distribuir la ropa uniformemente y sacudirla antes de colgar o doblar. Sacudir cada prenda para estirar mínimamente el tejido mientras aún está húmedo es una práctica común entre profesionales. Además, colgar la ropa de forma correcta, utilizando perchas o tendedero, ayuda a que las arrugas se suavicen naturalmente sin necesidad de plancha.
Punto final:
Finalmente, almacenar la ropa una vez seca, doblándola de manera prolija o colgándola adecuadamente, mantiene los tejidos ordenados y con una apariencia pulcra, evitando la formación de nuevas arrugas que obligarían a planchar.
Variantes y consejos de expertos
- Usar vapor o plancha vertical para retoques rápidos en prendas que aún presentan arrugas persistentes.
- Incorporar suavizantes o aditivos específicos en el lavado que facilitan el alisado natural de las fibras.
- Elegir tejidos con menor tendencia a arrugar (por ejemplo, mezclas con poliéster o tejidos tratados contra arrugas).
- Colocar las prendas en posición horizontal durante el secado para prendas delicadas o susceptibles a deformarse.
- Evitar sobrecargar la lavadora o secadora para permitir una circulación adecuada de aire y movimiento libre de las prendas.
Aplicaciones y puesta en práctica
Este método es adecuado tanto para el uso doméstico cotidiano como para lavanderías profesionales que buscan optimizar el proceso y reducir costos asociados al planchado. También es útil en contextos donde el tiempo es limitado y se requiere ropa lista para usar sin intervención adicional.
Notas complementarias
- Es fundamental verificar las etiquetas de las prendas para ajustar el método según el tipo de tejido y evitar dañarlos.
- Evitar el uso excesivo de altas temperaturas en secadora, ya que puede deteriorar los tejidos y aumentar las arrugas, contrariamente al efecto deseado.
