

Con el tiempo y el lavado, las toallas ya no se sienten tan suaves como cuando eran nuevas. Esto se debe a que el jabón y el suavizante de telas se adhieren a la tela y tienden a sentirse ásperos.
Antes de tirar tus toallas viejas, prueba este truco. Los pasos son muy sencillos y los ingredientes comunes y fáciles de conseguir. El resultado te sorprenderá: notarás que tus toallas y paños recuperan su suavidad, son más absorbentes y huelen mejor.

¿Cuál es el truco?
Las toallas suelen tener mal olor y suciedad porque no se lavan constantemente.
Aunque no es necesario lavarlos varias veces por semana, sí es recomendable hacerlo al menos cada 15 días.
También puede deberse al uso de un jabón y suavizante inadecuados, que poco a poco se irán acumulando en las fibras hasta estropearlas.
Si desprenden un olor desagradable tras su uso, lo más probable es que tengas restos de jabón que no se notan a simple vista.
Para que esto no te vuelva a pasar nunca más, te recomendamos el siguiente método de limpieza, que aprovecha las propiedades de dos ingredientes caseros muy económicos y versátiles.
Se trata del bicarbonato de sodio y del vinagre blanco, cuyos usos domésticos se conocen desde hace varias décadas.
Combinar ambos en una sola solución crea un poderoso limpiador casero para eliminar las manchas, la suciedad y esa sensación áspera.
Necesitarás:
- 1 taza de vinagre
- 1/2 taza de bicarbonato de sodio
- Agua caliente
Actas
- Configure su lavadora para que use el agua más caliente posible. Lava tus toallas en un ciclo de lavado junto con una taza de vinagre.
- Cuando termine el ciclo, mete las toallas en la lavadora, agrega 1/2 taza de bicarbonato de sodio y programa otro ciclo con agua caliente.
- Después de completar el segundo ciclo de lavado, centrifuga las toallas y sécalas como de costumbre.